El presente le sonríe a Pampita Ardohain, quien está muy enamorada de Mariano Balcarce y no duda en gritarlo a los cuatro vientos. Sin embargo, tuvo que afrontar fuertes críticas por "blanquear" su noviazgo a poco tiempo de ponerle punto final a su relación con Pico Mónaco. Sin rodeos, la top se refirió a los dichos de algunas personas del medio y además hizo una autocrítica a sus once años de amor con Benjamín Vicuña.
—Se la nota muy molesta…
—Me molesta que digan que salgo con uno y con otro. Soy una mujer y una madre intachable. Te repito, soy libre. Soy la única dueña de mi vida, de lo que hago, nunca oculto la verdad. No tengo porqué dar explicaciones, más que a mis seres queridos, y por suerte todos mis seres queridos están contentos conmigo por cómo soy, por cómo los respeto y cómo me manejo. Soy una mujer con muchos valores. Cuando he estado en pareja con el padre de mis hijos (Vicuña) te puedo asegurar que he sido intachable. Y si después el amor resultó como resultó, no está en mis manos. Son cosas que pasan, cosas que le pasan a cualquier mujer. Con mi vida amorosa, he hecho lo mejor que he podido. No tengo porqué estar dando explicaciones sobre qué hago y qué no hago, y así y todo las doy igual. Porque he salido y he dicho: “Sí, estoy de novia”, cuando no tenía por qué hacerlo. Lo hice igual, para que ustedes se queden tranquilos. Cuando era algo mío, no tenía porque compartirlo, lo he hecho para que ustedes, los periodistas, estén tranquilos (Reitera). Y soy una excelente madre… excelente madre, no tengo porque estar respondiendo esto…
—Yanina Latorre dijo: “¿Ya tan rápido presentárselo a los chicos? Por mí que tenga veinte novios, pero que no se los presente a los chicos. Me parece una locura que se los haya presentado tan rápido”, refiriéndose a que usted ya le habría presentado sus hijos a Balcarce…
—Ni me lo leas. Todo lo que sea “mala onda” o “mala energía” no me interesa. Yo no le doy explicaciones a nadie sobre cómo crío a mis hijos. Los crió con su papá (Benjamín Vicuña), lo hacemos lo mejor posible, y estamos muy conformes de cómo lo estamos haciendo. No transito la vida viendo qué piensan los demás…
—Debe ser difícil soportar que la juzguen de esa manera…
—Voy muy tranquila por la vida, hago mis cosas, hago lo que yo siento, no le debo explicaciones a nadie, soy una mujer adulta. Soy muy consciente de cada paso que doy, y las malas interpretaciones están en la cabeza de esas personas. Yo no tengo malos sentimientos o malas interpretaciones para otras personas. No se me ocurre. Toda la “mala onda” que venga de afuera, no me interesa, no es parte de mi vida. Transito mi vida con mucha libertad, y nunca estoy haciendo algo para el otro. Estoy haciendo mis cosas, para mí. Nunca estoy generando cosas para ustedes, para la prensa, yo hago mi vida y ustedes son los que prestan atención a lo que yo hago. Soy una mujer normal, que vive una vida normal, una madre normal. Y me pasan cosas normales, las mismas que les pasan a todas mis amigas. No veo nada especial en lo que a mí me pasa. Ni excepcional, ni raro, ni nada. Si me pongo a charlar con cinco amigas, a todas le sucedieron cosas parecidas a las mías. Pero el que tiene malos pensamientos va a pensar mal. Y los que tienen buenos pensamientos como yo, vamos a pensar bien.