Feliz con su presente laboral como modelo y actriz, confiesa que no disfruta la actitud cuida de su padre y que él opina y se mete en sus relaciones. El papá celoso en cuestión es Oscar Cabezón Rugger y ella, Candela. ¡Con la nena no!
Tiene la frescura de los veintipico y el entusiasmo de quien descubre un mundo nuevo. Aunque es modelo, diseñadora y, desde hace muy poco, también actriz, dice que no puede inclinarse por una sola cosa. “Me gusta todo por igual”, se ataja –sincera– Candela Ruggeri (24), la hija del genial defensor de la Selección Nacional de Fútbol de los ’80, Oscar Cabezón Ruggeri.
Empezó a modelar a los 15, a escondidas de su papá, pero con el visto bueno de Nancy, su mamá. “A papá le dije que quería ser modelo, y al principio no le gustó mucho. Mamá me llevaba a 800 cosas de modelaje. Medio como que no le contábamos”, confió sonriente. “Mi vieja es lo más, de fierro, siempre me bancó en todo”, agregó. “Como cada vez tenía más trabajo, papá lo entendió y me empezó a llevar él”, redondeó después.
Pero la verdadera exposición llegó de la mano de Marcelo Tinelli. El conductor la convocó para participar en la versión 2015 de Bailando por un sueño y ella no lo dudó. La presencia de su padre en el piso contribuyó a que las previas fueran por demás divertidas. La conversaciones entre la dupla Tinelli – Ruggeri padre no tuvieron desperdicio.
–Por lo que se vio en el certamen, tu papá es muy celoso. ¿Eso vos lo disfrutás o lo padecés?
–En cierto punto me gusta, porque me encanta que me cuide. Está bueno sentirme protegida y saber que me quiere y me cuida, pero obviamente que por otro lado lo sufro un poco, porque por ahí algunos no se me acercan por miedo a mi viejo. Es medio raro eso. ¡Tengo cada historia de cosas que mi papá le hizo al único novio que tuve!
–Saliste siete años con Santiago Vázquez, el hermano de Nico, el actor…
–Sí. Pobre Santiago, al principio de la relación la pasó mal. En ese momento es cuando mi papá tiene que marcar el territorio, después ya se ablanda, pero son por lo menos uno o dos años.
–O sea que hay un poco de disfrute y un poco de padecimiento…
–Sí, como todo.
–¿El te elige los novios?
–No, para nada. Pero yo soy muy cuidadosa cuando le presento a alguien, obviamente no le presento a nadie. Le presenté sólo a uno cuando hacía dos años que estaba de novia, más o menos.
–¿Pero él opina?
–Obvio, opina y se mete. A mi ex novio una vez lo llevó a una estación de servicio a aclararle cómo eran los puntos en mi familia. Hasta esa locura llegó. Igual yo nunca lo supe. Me enteré recién cuando corté con él.
–Para el que te escucha es gracioso…
–Es divertido para ustedes…
–¿Tu relación con Santiago terminó bien?
–Sí, fueron muchos años, la verdad es que tenemos la mejor onda. Fue casi toda una vida, es imposible terminar mal.
–¿Tienen vínculo todavía? ¿Hay amigos en común?
–No. Sólo de vez en cuando nos mensajeamos para ver cómo estamos los dos, pero eso es todo.
–Sos hija de un ex futbolista. Sin embargo dijiste que vos no saldrías con uno…
–El tema es que los futbolistas de ahora piensan que por ser futbolistas todas las minas están detrás de ellos. Y eso es lo que no me gusta. Hay muchos que me mandan una foto por Instagram jugando al fútbol y con eso ya está. Piensan que les voy a dar bola y cero. Besito. Conmigo no va eso.
–¿Lo que no te gusta es que chapeen con que son futbolistas o que muchos sean mujeriegos?
–Es como que, obviamente, no voy a salir porque sea futbolista. Si me llego a enamorar de un futbolista está todo bien. El tema es que los jugadores de ahora te empiezan a chamuyar por eso, y eso es lo que me molesta. Todas están buscando ser botineras.
–Como, por ejemplo, Daniel Osvaldo, que ahora volvió con Jimena Barón, pero tuvo un montón de novias…
–A eso voy. Esa clase de hombres a mí no me gusta. A mí me gusta más el perfil bajo, porque para perfil alto por ahí estoy yo.
–¿Querés formar una familia como la tuya?
–Eso es lo que estoy buscando. Ojalá me pudiera casar y tener hijos.
–¿Pensás que el amor llega o se busca?
–El amor llega. Totalmente.
