Los muffins de vainilla son una de las recetas más famosas y versátiles de la repostería que nunca pasan de moda. Su aroma y sabor a vainilla los convierten en un placer irresistible para el paladar. Estos pequeños bizcochos esponjosos son fáciles de preparar y se pueden disfrutar tanto en el desayuno como en la merienda o como un delicioso postre.

Receta de los muffins de vainilla

La textura suave y húmeda, combinada con el dulce toque de vainilla convierten a los muffins en un favorito de grandes y chicos por igual. Además, podés personalizarlos agregando chispitas de chocolate, frutos secos o frutas frescas para darles un toque especial. Conocé la receta paso por paso.

Ingredientes

  • 2 tazas de harina de trigo
  • 1 taza de azúcar
  • 2 cucharitas de polvo de hornear
  • 1/2 cucharita de sal
  • 2 huevos
  • 1 taza de leche
  • 1/2 taza de manteca derretida
  • 2 cucharitas de extracto de vainilla

Preparación

  1. Precalentá el horno a 180°C y prepará un molde para muffins con papelitos o engrasándolo ligeramente.
  2. En un bol grande, mezclá la harina, el azúcar, el polvo de hornear y la sal.
  3. En otro bol, batí los huevos y luego agregá la leche, la manteca derretida y el extracto de vainilla. Mezclá bien.
  4. Volcá la mezcla líquida sobre los ingredientes secos y mezclá con movimientos suaves hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados. No mezcles en exceso para que los muffins queden esponjosos.
  5. Llená cada molde de muffin hasta 3/4 de su capacidad con la masa.
  6. Horneá los muffins en el horno precalentado durante aproximadamente 18-20 minutos, o hasta que estén dorados y al insertar un palito o tenedor en el centro, este salga limpio.
  7. Una vez horneados, retirá los muffins del horno y dejá que se enfríen en el molde durante unos minutos antes de transferirlos a una rejilla para enfriar completamente.
    ¡Listo! Ahora podés disfrutar de unos deliciosos muffins de vainilla caseros. Podés decorarlos con azúcar glas, frutas o disfrutarlos tal cual. Son perfectos para acompañar el café de la tarde o para disfrutar en el desayuno.