La crema catalana o crema quemada es una especie de crema pastelera o unas natillas con una costra crujiente a base de azúcar caramelizado. Dice la leyenda que su invención fue como otros muchos postres debido a un error, cuando en un convento unas monjas quisieron hacer un flan para un obispo que las iba a visitar y como suele ocurrir en algunas ocasiones, no les quedo bien cuajado.

Para que su eminencia no esperase, las monjitas caramelizaron la superficie y se lo sirvieron, dando origen así a la crema quemada. Leyenda o no, lo cierto es que la crema catalana es un postre que gusta a casi todo el mundo por su suavidad y su toque crujiente“ de caramelo.

Pocos son los que se resisten a estas cazuelitas dulces y hoy, siguiendo esta receta, también las podéis disfrutar en casa. Un clásico de la cocina catalana que hoy se disfruta en todo el país.

Ingredientes para preparar la crema catalana

Para 6 personas
-Leche entera 1 l
-Yemas de huevo 8
-Azúcar 100 g
-Maicena 20 g
-Corteza de limón al gusto
-Corteza de naranja al gusto
-Azúcar para caramelizar al gusto
-Canela en rama 1

Cómo hacer crema catalana

-Dificultad: Fácil
-Tiempo total 20 m
-Elaboración 10 m
-Cocción 10 m
-Comenzaremos cascando los huevos y separando la yema de las claras. Estas no las tiréis, podéis aprovecharlas para otras preparaciones.

En una olla ponemos la leche a calentar con la corteza de limón, de naranja y la rama de canela. Por otra parte en un bol mezclamos removiendo bien, el azúcar y la Maicena, añadimos las yemas batidas y unimos todo con unas varillas.

Cuando la leche rompa a hervir vertemos la mezcla de yemas, azúcar y maicena que la pasaremos por un chino o colador grueso. Removemos a fuego medio y sin parar de remover con una varilla para que no se nos pegue hasta que la mezcla vuelva a hervir de nuevo. Volcamos en unas cazuelitas individuales.

Dejamos enfriar sin tapar y espolvoreamos con el resto del azúcar que habremos repartido entre nuestras cremas. Requemamos con un soplete de cocina hasta que el azúcar se caramelice. Servir fría.