El autoproclamado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo el miércoles que sus rivales electorales tenían las manos manchadas de sangre tras impugnar su victoria, prometió que nunca estarían en el poder y pidió que vayan presos.

“Esa gente tiene que estar tras las rejas y tiene que haber justicia”, señaló el mandatario en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros. “Yo diría como jefe de Estado que haya justicia”.

“Tienen las manos manchadas de sangre”, dijo Maduro sobre la líder opositora María Corina Machado y su candidato Edmundo González Urrutia en comentarios a periodistas después de que las protestas contra su reelección dejaran 16 muertos.

“Jamás, jamás alcanzarán el poder político. Se los aseguro y sé lo que digo, estos criminales jamás lo alcanzarán”, agregó.

Asimismo, Maduro llamó “cobarde” a González Urrutia y “fascista de ultraderecha criminal” a Machado.

“Ellos deberían, en vez de esconderse, presentarse ante la Fiscalía y dar la cara, en vez de huir como cobardes y seguir llamando a la insurrección a sus grupos criminales”, agregó Maduro, pese a que ninguno de los dos opositores está resguardado en lugar alguno, ya que este mismo martes encabezaron una multitudinaria actividad en una calle de Caracas.

El llamado a la cárcel para ambos antichavistas lo hizo el martes el presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), el oficialista Jorge Rodríguez, quien los acusó de ser los responsables de una “conspiración fascista” contra los comicios, mientras que el considerado número dos del chavismo, el diputado Diosdado Cabello, amenazó con que los van “a joder”.

Numerosos opositores, organizaciones y buena parte de la comunidad internacional, que cuestionan el resultado oficial de las elecciones, exigen la publicación de todas las actas, mientras que el antichavismo mayoritario asegura tener en su poder más del 80 %, que dan la victoria -insiste- a González Urrutia por amplio margen.

El ente electoral declaró ganador al mandatario por poco más de 704.114 votos frente a González Urrutia, cuando faltaban por computar más de dos millones de votos -el 20 % de las actas de votación, cuyo cómputo todavía se desconoce- que podrían cambiar los resultados finales.

El Centro Carter, que participó como observador en los comicios, manifestó este martes que el proceso “no se adecuó” a los parámetros y estándares internacionales de integridad electoral, por lo que “no puede ser considerada como una elección democrática”.

Nicolás Maduro solicitó el miércoles al Tribunal Supremo de Justicia que realice un peritaje a los resultados de las elecciones presidenciales que le dieron la victoria, tras tres días de reclamos por falta de transparencia y presión de organismos internacionales y de líderes de la región, incluidos sus aliados el colombiano Gustavo Petro y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Pero el Centro Carter cuestionó est miércoles la independencia del posible peritaje del Tribunal Supremo de Venezuela a los resultados electorales.

La presión de la comunidad internacional para un recuento de votos y el fin de la represión no cesa.

“Nuestra paciencia, y la de la comunidad internacional, se está agotando a la espera de que las autoridades electorales venezolanas digan la verdad y publiquen todos los datos detallados de estas elecciones para que todo el mundo pueda ver los resultados”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.

El G7 llamó también “a las autoridades competentes a que publiquen resultados electorales detallados con total transparencia”.