El asesor letrado de ATSA (Asociación de Trabajadores de la Sanidad), Adrián Verni, reveló este jueves en una entrevista radial que 20 trabajadores que cumplían labores en instituciones del Colegio Médico fueron despedidos y que la lista puede ampliarse considerablemente.
“Ayer han recibido más de 20 compañeros las cartas documentos de despidos y hoy pensamos que va a seguir la segunda tanda porque serían 50 e incluso más. Eso es lo que podemos inferir de lo que dice la carta documento que le llega a todos los compañeros. Destacan que el Colegio Médico no está en condiciones de continuar con los servicios que brinda la comunidad. O sea, por el tenor de la carta documento, si me tomo eso tengo que decir que van a despedir a todos”, advirtió Verni en diálogo con Radio Sarmiento.
Luego detalló que “ellos no garantizan la continuidad de los servicios del Colegio Médico. Es una situación grave y preocupante. Los 20 despedidos son de los dos sanatorios: el Hospital Privado y del sanatorio CIMYN y abarca una variedad de servicios: enfermeros, mucamas, camilleros y admisión”.
El asesor letrado de ATSA indicó que desde el sindicato”venimos observando esta situación y ya lo hemos analizado en la comisión directiva. Esta conducción que hoy maneja la institución del Colegio Médico son muy malos pilotos de tormenta. El Gobierno de la provincia está aportando con fondos al Colegio Médico y acciona con esta actitud: con cortar el hilo por lo más delgado que es el sueldo del trabajador. Vemos que ellos no están tomando las medidas que tienen que tomar como para pasar y paliar esta situación económica que está atravesando el país en general”. Además, expresó que “tienen una deuda salarial con nosotros que data de febrero-marzo, también hay dificultades para pagar los aportes jubilatorios, los aportes de la obra social, y todas las prestaciones que hacen al servicio”.
Para cerrar, adelantó que harán una presentación en la Subsecretaria de Trabajo: “Analizaremos las medidas a tomar con respecto a esta situación planteada de los despidos de los compañeros. Estamos en alerta y con las manos cruzadas no nos vamos a quedar. Sobre esta situación, tuvimos seis meses de conciliación obligatoria y no hemos puesto ningún palo en la rueda. Tratamos de ayudar, pero la duda está de que la empresa no entiende que tenemos que sentarnos a una mesa a negociar”.