Cuando ya pasaron 7 días desde que Brasil abrió oficialmente sus puertas para el ingreso de uva en fresco (ver recuadro), de San Juan todavía no puede salir ningún camión con ese destino ya que aún están realizando “pruebas técnicas” en las distintas plantas bromuradoras para ponerlas a punto, según comprobó ayer DIARIO DE CUYO. Este problema de logística ha trastocado fuertemente los planes de los exportadores, ya que la uva que se cosecha y empaca y no se desinfecta de inmediato, luego una vez enfriada ya no puede bromurarse. “Lo que va saliendo, es decir lo que se empaca, son cargas que a esta altura se van cayendo para ir a Brasil y seguramente caerán al mercado interno. Además un comprador que pide para esta semana, no espera a la que viene y lamentablemente lo que no enviamos esta semana, en la siguiente tal vez no lo vendes y así en cada punto de venta”, graficó ayer Antonio Giménez, presidente de la Cámara de Comercio Exterior.

Desde la Dirección de Sanidad Vegetal de la provincia, Valeria Pantano apuntó que se está trabajando desde el Estado para facilitar las autorizaciones “en tiempo récord”: por ejemplo la bromuradora que construyó el Gobierno en el parque industrial de Albardón esperan que la semana que viene recién este funcionando. Pero hay otra en el frigorífico de Expofrut que, según informaron desde la empresa, “estamos ultimando detalles para que en algunos días ya esté operativa”. A eso se le suma otra planta del tipo móvil que está en el departamento de Ullum, una más en 25 de mayo y dos en Caucete.

El problema, según confiaron fuentes oficiales, es que por tratarse de un tratamiento que exige normas estrictas de seguridad ambiental, el 90% de la instalación y puesta en marcha de las plantas que buscan estar operativas en San Juan están en manos de una sola firma, que es Integral Argentina, y no da abasto.

“El Gobierno está trabajando junto nosotros codo a codo, solicitando las autorizaciones; ya que requiere todo un proceso administrativo para que quede instalada, habilitada y prestando servicio cada bromuradora”, precisó Giménez.

Mercado en caída

A la luz de este escenario, desde la Cámara de Comercio Exterior de San Juan ya avizoran una fuerte caída en los envíos a ese país, aunque por ahora son esquivos a dar cifras, siempre a la espera que avance la campaña. Los que ya tienen sus uvas empacadas y enfriadas deberán mandar esa fruta al mercado interno o, de tener la chance, desviar ese embarque a otros países. Todo indica que quedarán atrás los 49,8 millones de kilos de uva para consumo en fresco que el año pasado recaló en el mercado brasilero, al igual que los 17,7 millones de dólares que significó su comercialización.

“Va a ir mucho al mercado interno, otro tanto al mosto, pero la incógnita será saber cuánta uva en fresco irá a los destinos tradicionales”, dijo Giménez; y agregó, “además tenemos los inconvenientes propios de la pérdida de competitividad que nos volvió esta temporada a coartar la rentabilidad. Estimo que muchos van a desistir de exportar a Brasil y no van a preparar la mercadería para ese mercado, porque involucra todo un proceso de preparación, con tratamientos fitosanitarios, mucha mano de obra y demás tareas costosas”.