Dos de los miembros de una tradicional familia vitivinícola de Caucete están a pasos de sentarse en el banquillo de los acusados por montar una presunta organización delictiva para evadir impuestos como IVA y Ganancias. Según las constancias, el perjuicio fiscal supera por poco los 3 millones de pesos durante 2007 y 2008.
El fiscal federal Francisco Maldonado le solicitó el mes pasado al juez Leopoldo Rago Gallo que la causa contra Emilio y Nahim Ahún sea elevada a juicio. La situación para los productores es delicada, ya que en el caso de que fueran condenados, irán a la cárcel debido a que el mínimo de la pena es de cinco años. La maniobra consistió en la emisión de facturas truchas y la utilización de testaferros para encubrir sus actividades.
Los Ahún no son los únicos, ya que hay otros cinco implicados, entre los que se encuentran dos contadores, un síndico y dos empleados como supuestos integrantes de la asociación ilícita (Ver aparte).
Es la primera vez que el caso sale a la luz y fue confirmado a DIARIO DE CUYO por altas fuentes calificadas, quienes explicaron que el fiscal realizó un requerimiento de elevación a juicio parcial. Esto es porque hay otros 12 involucrados, algunos de los cuales están procesados, pero la resolución está apelada, y otros que aún no han sido indagados. No es la única causa local de presuntas organizaciones delictivas dedicadas a estafar al fisco, que utilizan como uno de los métodos la venta de facturas apócrifas (Ver recuadro).
El expediente contra los Ahún nació en 2009, tras la denuncia de la Dirección Regional de la AFIP San Juan. Las fuentes calificaron a la causa como “compleja” y la Justicia se encuentra dando las puntadas finales.
Según las constancias, los hermanos Emilio y Nahim alquilaron la bodega Don Simón, pero la inscribieron a nombre de Norberto Rodríguez, uno de sus empleados que actuó como testaferro. En el establecimiento elaboraron y vendieron mosto, cuyas facturaciones se habrían hecho de manera ilegal a nombre de otros contribuyentes insolventes (es decir, sin recursos) pertenecientes a la misma organización.
La mecánica se basa en que al vender productos, se le genera un IVA a pagar en la AFIP al que lo comercializa, el cual debe ser declarado y abonado. En este caso, el impuesto no se habría destinado al fisco y habría quedado en manos de los implicados, dijeron las fuentes.
Otro de los puntos de la investigación reveló que la empresa que los Ahún tenían en Caucete (Emilio Víctor Ahún SA) entró en quiebra y por lo tanto, no podían disponer de los bienes, como la bodega y los viñedos. Sin embargo, la Justicia entendió que continuaron desarrollando la actividad económica de elaboración de mostos y vinos, utilizando dichos bienes a través de testaferros.
La maniobra no podría haberse realizado sin la complicidad del síndico, Carlos Gambina, indicaron las fuentes. En el caso de los viñedos, habrían vendido uva con facturas apócrifas a nombre de otro miembro insolvente. No fue lo único, ya que la red también suministró facturas truchas a terceros.
Antecedentes
En agosto del año pasado, el juez federal Rago Gallo procesó a 14 implicados por integrar una asociación ilícita que se dedicaba a borrar deudas impositivas que distintas empresas registraban con el Estado nacional y vender facturas truchas.
El contador Cristian Olmos y Daniel Humberto Fornari están acusados de ser los cabecillas de la organización. Luis Alberto Alé, Julio Andrés Ayala, Raúl Peña, Héctor Quirós, Rubén Darío Falcón, Walter Prividera, Manuel Francisco Montivero Miranda, el contador Fernando Jolivot, César Esteban Vignoli, Antonio Ribas, Antonio Monteleone y el empresario Edmundo Novelli también fueron procesados, pero como integrantes de la red criminal.
En 2009 salió a la luz el primer gran caso de evasión impositiva a través de la venta de facturas truchas. En ese caso, Francisco Place, Graciela Vega Lecich, Daniel Brisighelli y Roberto Madcur están procesados como organizadores de la presunta asociación ilícita. Como integrantes están implicados Sebastián Fernández de Cieza, Gabriel Prieto Moreno, Celia Sansone, Patricia Madcur, Agustina Brisighelli, Luciana Turcato, Enrique Peña, Pedro Lima y Jorge Aranela.
Los acusados
EMILIO AHÚN – Jefe de la asociación ilícita
Le imputan haber organizado la estructura de testaferros para eludir las obligaciones tributarias, ocultando su identidad.
NAHIM AHÚN – >Jefe de la organización ilícita
Le cabe la misma imputación que a su hermano. Por las maniobras, ambos eludieron el pago de IVA y Ganancias.
HÉCTOR DÍAZ – Integrante de la organización
Está acusado de comercializar las facturas truchas. Captó personas para generar perfiles de contribuyentes apócrifos
CARLOS GAMBINA – Integrante de la organización
Era el síndico de la quiebra de la empresa de los Ahún. Ocultó el hecho de que los socios continuaran con las actividades.
HUMBERTO SALVO – Integrante de la organización
Es contador y elaboró perfiles de contribuyentes apócrifos, dado que no eran los titulares de las actividades que se facturaban.
JOSÉ NOGUERA – Integrante de la organización
Al igual que el caso anterior, con sus conocimientos y actuación, contribuyó a la creación de situaciones tributarias ficticias.
JOSÉ FRANCISCO ROSÉS – Integrante de la organización
Facilitó su identidad para la creación de un perfil apócrifo de contribuyente para ocultar a los reales titulares de las actividades.