En los próximos días esta ciudad será nota de tapa en la mayoría de los periódicos latinoamericanos y en muchos más de otros países del mundo. Y no es para menos porque una reunión con la presencia de presidentes y demás personalidades importantes no es algo que ocurra todos los días. En San Juan se está a punto de vivir un momento único, pues en toda su historia jamás se realizó algo parecido.

Que un presidente argentino, en ejercicio de sus funciones, visitara la provincia ya era un acontecimiento extraordinario, de hecho algunos nunca pisaron este suelo. El primero en darse el gusto fue Julio Argentino Roca, que en 1885 vino en tren, precisamente para inaugurar la llegada del ferrocarril a la ciudad. Se lo recibió con un baile espectacular que se realizó en el Club Social. El general Pedro Pablo Ramírez fue otro de los que llegó pocos días después de producido el terremoto de 1944. Sólo trajo consuelo que los sobrevivientes recibieron como un bálsamo.

En estos casos, cuando se es noticia de tapa, hay que tener muy en cuenta si el suceso que lo provoca es útil para consolidar el prestigio de una ciudad o para hundirlo, y de esto último hay muchos ejemplos. Precisamente en febrero de 1885 se puso término a lo que se denominó la Conferencia de Berlín, donde no faltó ningún europeo importante de entonces, fuese Presidente, Primer Ministro, Rey o Emperador. El problema fue que en esa reunión los grandes se repartieron todo el continente africano, por supuesto sin pedir la opinión de nadie que habitase las tierras que tan alegremente se distribuían. Seguro que ningún berlinés quiere acordarse ahora de tan increíble suceso. En la encantadora ciudad francesa de Versalles se firmó en 1919 un tratado por el cual los países que habían triunfado en la Primera Guerra Mundial, humillaron a Alemania, le recortaron parte de su territorio, ocuparon parte de su propio espacio, y la obligaron a pagar sumas colosales a sus antiguos enemigos. El resultado fue que 20 años más tarde los germanos fueron por la revancha y se desató la Segunda Guerra Mundial. Hoy se estudia que el tratado de Versalles constituyó una de las causas del nuevo conflicto, obviamente ningún versallés recuerda con orgullo la importante reunión que allí se realizó.

Todo indica que en San Juan ocurrirá algo muy diferente. El muy importante grupo de personalidades que visitará la ciudad logrará avances importantes en muchos temas, y se estará sustancialmente mejor al finalizar el encuentro que al comenzar el mismo. Tanto a nivel de relaciones bilaterales, como para el conjunto de países que conforman el Mercosur. En el primer caso, seguramente se logrará algo importante en lo que atañe a uruguayos y argentinos. Para el conjunto, es de esperarse una acción mancomunada sobre las autoridades venezolanas a fin de que se haga todo lo posible para bajar el ruido en la actual relación con Colombia.

La reunión brindará un muy buen prestigio a San Juan, pero también muchas otras cosas, como el hecho de demostrar al mundo que tenemos una infraestructura hotelera y organizativa capaz de acoger semejante evento. Que las camas disponibles no serán las suficientes, eso es seguro, pero en Cannes cuando se realiza el festival de cine tampoco lo son, lo que importa es contar con todas las necesarias para hospedar a las grandes estrellas. Y en San Juan las suites para recibir a los grandes están y eso es lo que debe llenar de orgullo, porque diez años atrás hubiese sido imposible organizarlo.

La policía y demás fuerzas de seguridad adquirirán una experiencia muy útil, que sólo puede lograrse en la práctica, pues una cosa es realizar un curso donde se aprende todo lo relativo a estos temas y otra muy distinta tener que participar y asegurar la custodia de tantos personajes importantes. Esta reunión del Mercosur es la prueba que San Juan está en condiciones de jugar en primera división y para la autoestima de su gente es algo realmente importante.

Y hay algo más, este evento producirá una gran sinergia, muchas personas realizarán compras y otros muchos gastos, en algo se activará la actividad comercial. Esos muchos volverán a sus países y es de esperar que se lleven una buena imagen de San Juan.