Irene Roca o “Iru”, que en guaraní significa “buena amiga”, está escribiendo un libro en el que plasmará una selección de las casi 10.000 fotografías que tomó durante el megajuicio de lesa humanidad, que terminó con la condena a prisión de los 7 acusados por delitos de lesa humanidad cometidos en San Juan durante la dictadura militar. Y también quiere hacer un documental con los videos que fue tomando a la largo de la última parte de las audiencias, que fue cuando consiguió una autorización especial de los jueces del Tribunal Oral para circular por la sala de audiencias. Así obtuvo una serie de tomas que ni siquiera tienen los fotógrafos de los medios de comunicación que cubrieron el proceso y que incluso han servido para la búsqueda de Jorge Olivera y Gustavo De Marchi, los dos condenados que se fugaron del Hospital Militar en Buenos Aires.
Roca, que estudió Comunicación en Francia, escuchó hablar desde chica en su casa sobre política y los militares, porque incluso un familiar suyo participó en la llamada Resistencia Peronista, que enfrentó el golpe militar de septiembre de 1955. Y así se fue metiendo en esos temas.
“La dictadura del ‘76 es una consecuencia y fue la prolongación de la violencia institucionalizada que se consolida en Argentina a partir del ‘55”, sostuvo.
Enterada de que un familiar había participado en el grupo de Resistencia Peronista y luego de descubrir que uno de los mártires de ese sector era un sanjuanino nacido en Valle Fértil, Hugo Eladio Quiroga, hizo un documental con esas historias (ver aparte). En la investigación para el trabajo, entrevistó a la jueza Margarita Camus, que fue querellante en el megajuicio, quien le habló del proceso que se estaba por desarrollar. Y ahí tomó contacto con el tema , entendiendo que “estos juicios representan un hito histórico que cerrará la impunidad de la violencia institucionalizada que se vivió en el país desde 1955”.
La comunicadora empezó a asistir a las audiencias, escuchó los desgarradores relatos de los testigos y empezó a madurar la idea primero de escribir un libro con sus vivencias e lustrar con las fotos que empezó a tomar después, a fuerza de recorrer la sala de audiencias y de tratar de captar a los acusados en sus actitudes, a las víctimas que escuchaban atentamente los alegatos y por supuesto que también a los fiscales, querellantes y a los jueces que después tuvieron la tarea de dar su veredicto.
La preparación del libro, que todavía no tiene nombre elegido, y que será financiado por organismos oficiales de Argentina y Francia, le seguirá un documental. Este otro trabajo “estará referido a las víctimas mujeres, dentro de la violencia de género en situación de terrorismo de Estado”.
Roca sostuvo que su idea es “reflejar la tensión permanente dentro de un espacio físico que contenía, en pocos metros, a víctimas y victimarios”.

