El oficialismo señaló ayer a Unión Pro entre los responsables de la agresión de dirigentes rurales que sufrió el jueves por la noche el gobernador Daniel Scioli en la localidad bonaerense de Lobería. Pero la acusación fue rechaza por la fuerza encabezada por Francisco De Narváez, quien dijo que le comunicó su repudio a Scioli por el escrache.
La agresión se registró el jueves por la noche cuando Scioli llegó a Lobería y un reducido grupo de ruralistas le tiró al gobernador huevos, naranjas y piedras, tras lo cual fueron detenidas tres personas que ayer fueron liberadas.
El intendente de Lobería contó que la agresión comenzó cuando Scioli bajó del helicóptero, con el propósito de anunciar obras y entregar subsidios para adquirir máquinas viales.
Desde el oficialismo, funcionarios provinciales y nacionales señalaron que entre los atacantes había dos personas que habían sido fiscales de PRO. Pero desde esa alianza encabezada por De Nárvaez, Felipe Solá y Mauricio Macri rechazaron las acusaciones y calificaron de irresponsabilidad y oportunismo la reacción del gobernador.
El ex presidente y primer candidato a diputado por el Frente para la Victoria, Néstor Kirchner, repudió el "escrache" y calificó a los responsables de "bandas fascistas", al tiempo que advirtió que ese tipo de actos responden a "la impotencia que tienen ante los resultados que se van a dar" en las elecciones de junio.
A su vez, el jefe del gabinete bonaerense, Alberto Pérez, aseguró que las agresiones fueron motorizadas por un sector de "la Sociedad Rural" que responde a su titular, Hugo Biolcati, y por dirigentes de "Unión PRO".
Una versión similar sobre los responsables del ataque tuvo el ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien apuntó que ya "están identificados los tres agresores: uno es integrante de la Federación Agraria, otro de la Sociedad Rural, y otro es un estanciero importante" y aseveró que "dos de ellos fueron fiscales de Unión Pro y está comprobado que son militantes de esa agrupación".
La agresión a Scioli motivó también que sea separado del cargo el jefe policial de Lobería, el capitán Walter García, por las fallas en el sistema de seguridad.
Scioli enfatizó ayer que le van "a tener que pegar un tiro en la cabeza para que deje de trabajar" y visitar el interior de la provincia.
