Por la cantidad y la variedad de las personalidades políticas que convocó el gobernador Sergio Uñac al último acto de la Fiesta Nacional del Sol, seguramente esta edición será recordada como una de las más diplomáticas de la historia. Hubo dos momentos importantes: un almuerzo del que participaron gobernadores, diputados e intendentes del peronismo, del kirchnerismo y el socialismo, más el exministro de Economía y supuesto precandidato a presidente, Roberto Lavagna. Y el segundo fue en Casa de Gobierno, adónde se sumó el presidenciable salteño Juan Manuel Urtubey. A pesar de la foto y la camaradería, ante los micrófonos todos mantuvieron sus posturas: Lavagna quiere consenso, lo mismo que socialistas, peronistas y kirchneristas. Y Juan Manuel Urtubey quiere PASO. En el PJ provincial leyeron el encuentro como muy positivo para la figura de Uñac y no descartaron que San Juan haya sido la semilla que termine por germinar una unidad de la oposición, aunque públicamente eso parece estar lejos.
Al mitín asistieron -además de Lavagna y el gobernador Urtubey- los mandatarios opositores Lucía Corpacci (PJ Catamarca), Juan Manzur (PJ Tucumán), el santiagueño y radical opositor Gerardo Zamora, y el santafesino y socialista Miguel Lifschitz. Además estuvieron los diputados nacionales Facundo Moyano (Ex Massa), José Luis Gioja (Frente para la Victoria), Marco Lavagna (Alternativa Federal), el también precandidato a presidente Agustín Rossi (Frente para la Victoria), la randazzista Florencia Casamiquela, la senadora mendocina K Anabel Fernández Sagasti, más la intendente ultrakirchnerista de La Matanza, Verónica Magario; el peronista exgobernador bonaerense Daniel Scioli, el secretario general de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación, Julio Piumato, y una gran cantidad de intendentes del Conurbano bonaerense, algunos de amplio diálogo con el gobernador sanjuanino, ya que participaron, por ejemplo, de la reunión que se desarrolló el año pasado en la Casa de San Juan en Buenos Aires, que fue foco de debate durante algunas semanas incluso en medios nacionales. Es decir, un pool de sectores de la oposición nacional que difícilmente se encuentren seguido.
La cita más política ocurrió ayer al mediodía en el subsuelo de un lujoso hotel sobre José Ignacio de la Roza, a pasitos al Oeste de la avenida de Circunvalación. Ojo de bife con ensalada de por medio, los más de sesenta asistentes escucharon los diez discursos que hubo. A más de un comensal le llamó la atención la sintonía entre el exministro y el gobernador sanjuanino, no solamente en lo político, también en lo institucional. "Basta de ajuste", dijo Lavagna en algún momento, una frase que viene repitiendo Uñac desde hace tiempo. Lavagna evitó hacer pronunciamientos tajantes, aunque reafirmó un par de conceptos valiosos: no esquivó al kirchnerismo -sí a Cristina Fernández-, y dijo que está dispuesto a dialogar para evitar las PASO hasta los últimos días de junio, lo que patea la pelota de las definiciones un poco más de lo que todo mundo cree .
Los pocos actores locales que estuvieron en el mitín del mediodía evaluaron luego, en estricto off, que la confluencia en San Juan le sirvió al peronismo nacional como puntapié para reuniones más ampliadas. No quisieron opinar de la ausencia del massismo que al principio había confirmado la presencia de la legisladora nacional Graciela Camaño. Los uñaquistas, como era de esperar, destacaron la convocatoria del gobernador de San Juan, quien pudo acarrear a sectores que son difíciles de reunir. Lavagna se ha venido encontrando con distintos dirigentes y funcionarios, pero hasta el momento no se había mostrado en grupo como lo hizo en San Juan. ¿Eso pone a Uñac en un lugar distinto? Los uñaquistas no quisieron despuntar esa pregunta, aunque obviamente destacaron el crecimiento de su líder en un contexto distinto. Ayer hubo cinco mandatarios en la provincia, el mayor número de gobernadores que en cualquier otra Fiesta Nacional del Sol.
A pesar de esa advertencia, al final los sanjuaninos le bajaron un poco el tono a la convocatoria: "No hay que olvidar que los gobernadores y el resto de los funcionarios vienen a la Fiesta, lo político es un agregado", aseguraron. Aunque todo mundo sabe que en política una frase, una foto o ambas juntas, pueden hablar mucho más que ciertas declaraciones.