La Unión Cívica Radical (UCR), que conduce el diputado Eduardo Castro, lideró la avanzada para conformar un nuevo frente electoral, que reemplazará a Cambiemos. El Comité Central aprobó que el partido integre una sociedad con otras fuerzas políticas, lo que fue ratificado por la Convención. Si bien en la resolución no lo señalan, está claro que apuntan a sus aliados de Producción y Trabajo, el PRO, Dignidad Ciudadana, Actuar y la Cruzada Renovadora. Así, el radicalismo logró aglutinar en su decisión a todos los sectores, incluidos aquellos que suelen generar ruido interno. Por otro lado, la rápida movida de integrar una alianza opositora con los aliados con los que viene trabajando revela una voluntad frentista, sin imponer condicionamientos al resto. A través de la sociedad de 2015 con el PRO y Dignidad Ciudadana, la UCR regresó a espacios de protagonismo con la banca de diputado provincial y concejalías en los departamentos. Se trata de puestos que apuntará a retener o aumentar, pero ya dentro de una negociación en el armado electoral, teniendo en cuenta que a partir de las legislativas de 2017 se sumaron más socios, como el basualdismo, la Cruzada y el bloquismo disidente.
La decisión de la UCR fue aprobada por unanimidad.
El partido centenario ha dado muestras de su intención aliancista al convocar al diálogo al resto de las fuerzas políticas para un trabajo coordinado luego de que el gobernador Sergio Uñac fijara las fechas de las elecciones provinciales. La mira ahora se centrará en los lugares a conseguir en la discusión con el santaluceño Marcelo Orrego.