En su visita a la provincia, el alcalde chileno de Vicuña, de la región de Coquimbo, Rafael Vera Castillo, tiró una bomba. Aseguró que, en base a la información que tiene, "el expresidente (Mauricio) Macri le había pedido a Sebastián Piñera (exjefe de Estado del vecino país) no avanzar en el proyecto del Túnel de Agua Negra porque no le iba a dar el triunfo a San Juan y prefería entregar los recursos a Mendoza, que respondía a sus propios colores políticos". La definición la lanzó en rueda de prensa y representa un rotundo cambio de lo que venía trascendiendo de la relación bilateral, dado que fue la nación trasandina la que renunció a su parte del crédito para financiar la megaobra y desde su administración central salieron objeciones a los supuestos sobrecostos de la iniciativa por presuntos inconvenientes geológicos en la perforación de la montaña.
Vera Castillo participó ayer en la firma de convenios con los intendentes de Iglesia, Jorge Espejo; de Calingasta, Jorge Castañeda, y de Sarmiento, Mario Martín. Luego, se reunió con el gobernador Sergio Uñac y parte de su Gabinete, en donde hablaron de la integración binacional. Pero, antes, el alcalde chileno les contó a los periodistas la trama del traspié del proyecto del túnel, la que surgió de una conversación de parlamentarios con el entonces presidente Piñera, quien les "entregó esa información". En síntesis, que Macri le pidió a su par trasandino de esa época que no avanzara con el proyecto binacional para no beneficiar a San Juan y, a su vez, ayudar a Mendoza. "Soy responsable de lo que digo", destacó el alcalde de Vicuña, como para remarcar la importancia y las implicancias de sus manifestaciones.
El proyecto había avanzado hasta la manifestación de interés de consorcios de empresas internacionales y sólo faltaba que continuara el proceso hasta la licitación. Inclusive, la iniciativa había contado con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el que había puesto a disposición un préstamo de 1.500 millones de dólares para su financiamiento, lo que fue anunciado por autoridades de la entidad crediticia apenas asumió Macri su gestión en Argentina, allá por diciembre de 2015. En el transcurso de los años, desde el Gobierno central de Chile salió un informe que indicaba que la obra tendría un sobrecosto del 60 por ciento debido a que no se habían tenido en cuenta "cuestiones geológicas" en la perforación de la montaña, lo que fue refutado por la gestión uñaquista.
Como corolario del declive del interés del lado chileno, la administración Piñera renunció ante el BID a su parte del crédito, lo que inclusive no fue notificado a ningún organismo argentino, al punto de que fue el embajador en Chile, Rafael Bielsa, el que accedió a esa información a través de averiguaciones personales.
Idas y vueltas
El entonces embajador de Chile en Argentina, Nicolás Monckeberg Díaz, había visitado la provincia en 2020 con pasos alternativos, como Del Portillo y la Chapetona, pero desde la gestión uñaquista le explicaron que era tirar abajo el trabajo durante más de 15 años sobre el Túnel de Agua Negra.