Tras el tercer incidente en Veladero, desde la empresa afirmaron que no descartan que el desacople del caño que derramó solución rica (minerales más solución cianurada) haya sido producto de u n “sabotaje”.
“Esto representa un golpe psicológico. La reincidencia es para nosotros un tema muy incómodo. Estamos analizando todas las variables de lo que puede haber ocurrido allí. Veladero estaba en un análisis integral de todo el valle para ver como optimizarlo. Al margen de la cañería en particular, se habían encarado estudios de ingeniería para hacer mucho más seguro todo el funcionamiento y en el medio nos pasa esto. No descartamos hasta un sabotaje, tenemos las cámaras que nos van a ayudar”, dijo Miguel Martín, Jefe de Comunicaciones de la empresa, a Radio La Cumbre, de Iglesia.
Ayer, las autoridades provinciales y nacionales condicionaron la reapertura de la mina iglesiana a cinco puntos fundamentales: la construcción de un nuevo valle de lixiviación, un cambio en sus políticas ambientales, un mejoramiento en el relacionamiento con las comunidades, un plan de inversiones y someterse a la fiscalización permanente de un comité de expertos locales, nacionales e internacionales.