El nivel de inflación anual de 2017 al final terminó tan alto, que en el Gobierno local causó sorpresa. Como la suba del índice del costo de vida estuvo por encima del acuerdo paritario con los gremios estatales, se activó la cláusula gatillo y el Ejecutivo deberá desembolsar casi 25 millones de pesos extra por mes en salarios. Y en el oficialismo además ven indicadores nacionales delicados, como la emisión monetaria, el endeudamiento y las altas tasas de interés, por lo que el escenario también es de preocupación. Por todo eso, el gobernador Sergio Uñac dio la orden para que haya un recorte del 10 por ciento del gasto corriente mensual en todos los ministerios, que involucre a bienes de consumo como papel y combustible, y ahorro en electricidad, gas y erogaciones de protocolo. Salvo que se justifique su estricta necesidad por razones de funcionamiento, se podrá usar el resto. El objetivo es hacerle frente a los sueldos, mantener el equilibrio fiscal y los fondos para obra pública, asistencia social y de incentivo al sector productivo.
Así, la gestión uñaquista tomará una medida preventiva frente a un contexto nacional difícil que repercute en sus arcas. El presupuesto para este año presenta el equilibrio entre ingresos y egresos y contempla la contención del gasto, pero ante el incremento de la inflación, que repercutió en un mayor pago en los sueldos estatales, en el Gobierno no quieren pasar sobresaltos. Además, son muchos los economistas que sostienen que la suba de la inflación de diciembre tendrá un efecto arrastre al menos en los primeros meses de 2018. En un tiro por elevación a la administración macrista, el ministro de Hacienda, Roberto Gattoni, señaló que “ante tamaña inflación, el Ejecutivo provincial se anticipa a tomar medidas que conduzcan al equilibrio fiscal. No vamos a esperar dos años para ejecutar acciones de contención del gasto”. También hizo mención a indicadores que impactarán en la economía: “emisión monetaria, toma de deuda y tasas de interés al 30 por ciento forman un combo que genera mucha preocupación”.
El funcionario explicó que en el transcurso del mes sacarán una resolución, que comenzará a regir a partir del 1 de febrero, en la que se establecerá que todas las áreas gubernamentales podrán usar el 90 por ciento de su partida mensual de gastos corrientes. La idea es que el régimen se extienda por todo el año, aunque indicó que irán viendo la recaudación local y nacional y el porcentaje de inflación. Si los números son positivos, la medida podrá levantarse. No obstante, el alfil uñaquista manifestó que mientras la misma esté operativa, cualquier ministerio puede presentar una nota que justifique que necesita el uso del 10 por ciento restante de la partida.
El gasto corriente al que apuntará la reducción tiene que ver, por ejemplo, con ciertos bienes de consumo, como los de librería (papel, carpetas, lapiceras, entre otros), el combustible para las movilidades y las partidas de gastos de protocolo, es decir, el dinero que se destina para recibir a un funcionario de otra provincia. Además, el ahorro está centrado en el consumo de luz y gas. Inclusive, Uñac había pedido austeridad en el gasto en 2016 y se lograron bajar ciertos números (Ver recuadro). No obstante, Gattoni resaltó que la medida no obstaculizará el funcionamiento de ninguna cartera.
El impacto de la inflación se hizo sentir en diciembre, cuando la cifra llegó al 3,1 por ciento y elevó el total anual al 24,8. La gestión uñaquista había cerrado los acuerdos salariales por un 22 por ciento, más una cláusula que compensaba la diferencia con el nivel inflacionario. El desfasaje le representa casi 25 millones de pesos por mes al Ejecutivo.
Plata extra
25 Millones de pesos extra por mes desembolsará la gestión uñaquista en concepto de salarios estatales. La cifra se disparó por el alza inflacionaria.
Eficiencia
En las reuniones de gabinete, Uñac siempre les pidió a sus ministros que sean eficientes a la hora de efectuar el gasto público. Eso no quiere decir que no utilicen los recursos, ya que constantemente hace hincapié en que los fondos destinados a obras, por ejemplo, sean efectivamente ejecutados.
Ahorro en electricidad y combustible
Por el impacto de la crisis económica que atravesó el país en 2016, el gobernador Sergio Uñac le pidió a los miembros de su Gabinete que sean austeros con el manejo de los recursos. Lo hizo con dos objetivos: que la plata alcance para ejecutar todas las obras que se contemplaron en el presupuesto de ese año y evitar que la Provincia caiga en déficit. Así, hubo ahorro en energía. Un claro ejemplo fue en el Centro Cívico, el edificio público más grande de la provincia. En un mes, lograron un ahorro de 500 mil pesos en electricidad debido a que redujeron la utilización de la calefacción y las luces (foto). También hubo reducciones en otros edificios como el Museo Franklin Rawson y el Estadio del Bicentenario. Además, en el primer semestre de ese año la gestión uñaquista consiguió bajar más de un 30 por ciento el gasto en combustible para movilidades oficiales, lo que implicó un ahorro cercano a los 7 millones de pesos.