El escándalo en Caucete por la presunta línea clandestina de faena en el matadero municipal terminará en la Justicia. Los concejales decidieron hacer la denuncia luego de que ayer, en plena sesión de cuerpo deliberativo, tres empleados que se desempeñaron dentro de la instalación reconocieron que existió un trabajo irregular, al punto que aseguraron que hubo una doble facturación de las prestaciones: una que quedaba asentada en los libros oficiales y otra en negro, por lo que había recursos que no ingresaban a las arcas comunales. Según los trabajadores, cada faena ilegal tenía un costo de 700 pesos y se hacían unas 10 por día. Así, ediles estimaron que la facturación por fuera del sistema alcanzó casi el millón de pesos, ya que las tareas se desarrollaron por unos siete meses, hasta que el lugar cerró. En la mira por las anomalías quedó Daniel Farías, excoordinador de las instalaciones hasta que el predio quedó sin uso.
Los que confirmaron que acudirán a la Justicia fueron los ediles opositores Juan Carlos Vicente y Alejandro Varela, en plena sintonía con Romina Rosas (intendente electa) y Juan Elizondo. En principio, la denuncia la harán hoy, aunque no descartan que la hagan el lunes. Es que para llegar a hacer la presentación esperan tener como prueba las versiones taquigráficas de las sesiones del Concejo, en las que quedaron plasmadas las declaraciones de los empleados comunales que trabajaron en el predio de faena.
La polémica por el matadero comenzó en agosto cuando el excoordinador, Farías, tuvo un fuerte cruce con el intendente Julián Gil por los bienes del inmueble. Es que el exfuncionario sembró duda sobre el destino de los mismos al presentar una nota en el Concejo Deliberante, en la que indicó que autoridades municipales se negaron a hacer un inventario y que el jefe comunal y un colaborador retiraron elementos "sin ningún procedimiento especial". Molesto, Gil contestó la misiva expresando que Farías mentía y que había planteado eso para tratar de cubrirse por los posibles faltantes dentro del matadero.
Ante el cruce, los concejales decidieron crear una comisión especial e investigar la situación. Así, realizaron una inspección ocular en el predio, en el que detectaron lo que sería una presunta línea paralela de faena, que estaba por fuera del control que realizaba la AFIP con cámaras de seguridad y de la balanza fiscalizadora. Por las anomalías, decidieron pedirle al excoordinador que se presente en el Concejo y dé explicaciones sobre dichas instalaciones. Farías no asistió, por lo que los ediles convocaron a trabajadores que cumplieron funciones en el matadero. De esa manera, según resaltó el concejal Vicente, "los tres trabajadores indicaron lo mismo, que había una línea paralela de faena en la que no se facturaba". A su vez, un cuarto empleado, que se desempeñaba dentro del área de metalurgia de la comuna, destacó que fue enviado por el Jefe de Obras del municipio y por Farías a hacer esa línea paralela, pero que desconocía de qué forma iba a ser utilizada. Según las fuentes, eso habría ocurrido antes de que la AFIP instalara los mecanismos de fiscalización.
Ante esas declaraciones, los concejales, por unanimidad, decidieron ir hasta la seccional Novena y con el comisario analizaron que lo correcto era hacer una denuncia por las irregularidades en la Justicia y que el excoordinador del matadero sea llamado a dar explicaciones en esa instancia. La presentación se realizará en la fiscalía de turno y, si bien los ediles se mostraron de acuerdo en ir juntos, Vicente aseguró que si no es acompañado la hará solo.
Transición
Ante la falta de convocatoria para encarar la transición en Caucete, la intendente electa Romina Rosas le solicitó a Gil una reunión. El jefe comunal pateó el encuentro para 15 días antes de terminar el mandato, cosa que Rosas criticó. Uno de los puntos que busca conocer la edil es el estado de bienes del matadero.