El Loteo Enfermera Medina, en Caucete, es motivo de una fuerte puja por estos días entre los vecinos que compraron un terreno para construir una vivienda y el municipio, que hizo cambios en el convenio original, que había sido firmado en la anterior gestión, de Juan Elizondo. Es que la administración de Julián Gil, que está enfrentado políticamente con su antecesor, sacó un decreto para reubicar a los beneficiarios, lo que generó la bronca de esa gente, y como si fuera poco los emplazó para que en el término de dos años, si no construyen, les quitará la parcela.
La historia comenzó a fines del 2015, cuando concluía la gestión del justicialista Elizondo, quien ahora es concejal opositor, y les propuso a un grupo de vecinos que no tenían casa que el municipio estaba dispuesto a comprar una finca, ubicada a unos 3 kilómetros de la plaza departamental, en las proximidades de la calle Enfermera Medina y la calle De los Ríos. La propuesta era que cada beneficiario pagara 9.500 pesos, de contado o en cuotas, que iban a ser destinados a la urbanización del terreno.
Entre otras condiciones, ningún adjudicatario podía vender la parcela por el término de 20 años ni construir una vivienda precaria. El proyecto avanzó, la finca se subdividió en 318 lotes y la mayoría fueron ubicados. Y hasta se hizo un sorteo para determinar la ubicación de cada uno.
Pero cuando el basualdista Julián Gil llegó al gobierno municipal el avance en la urbanización se empezó a dilatar y la bronca de los vecinos por las demoras fue creciendo.
“No estamos de acuerdo con los cambios y encima está el peligro de que perdamos los lotes”, explicó Renzo Correa, uno de los vecinos que compró un lote.
Como ocurre en la mayoría de los distritos, en Caucete hay un fuerte déficit de viviendas.
Desde el municipio, Fabián Acosta, coordinador de prensa, explicó que la urbanización se ha demorado “porque hubo vecinos que tardaron en pagar”. Y criticó el lugar elegido porque dijo que al sitio hay que llevar el tendido eléctrico y el agua potable “gestiones que no serán fáciles”. Y señaló que “no hubo sorteo sino que se repartieron los lugares”.
Sobre el porqué de la reubicación sostuvo que la intención es acceder a algún plan para construir las casas y que para eso hacía falta un “reordenamiento”. “No se ha obrado de mala fe, se ha revisado lo que hizo la gestión anterior”, dijo el funcionario.
El decreto municipal de la polémica es el 103, de junio pasado, y señala que “es necesario reubicar los adjudicatarios del Loteo Enfermera Medina de las manzanas A,B, H, I y J a fines de implementar el plan de urbanización, en el mismo loteo en diferentes manzanas, con las mismas dimensiones que el original”. Y más adelante consigna que “si el beneficiario en el transcurso de dos años no hiciese construcción alguna en el terreno/lote de tipo antisísmica, el contrato quedará rescindido, sin necesidad de notificación alguna”. En la práctica significa que la parcela vuelva a la comuna, que puede disponer de ella.
“No estamos de acuerdo con el cambio de ubicación y encima nos amenazan con quitarnos el lote”, dijo Sara de Godoy, una de las beneficiarias del plan.
Como el municipio no tenía recursos suficientes para encarar la urbanización del loteo, el Gobierno provincial aportó 3 millones de pesos, de los cuales ya desembolsó la mitad. Y por eso ha crecido la preocupación de los adjudicatarios, porque los meses pasan, no ven avances y temen perder lo que con tanto esfuerzo han pagado.
En medio de la polémica, la concejal justicialista Romina Rosas dijo que “se le quiere dar un destino al loteo que no fue el que autorizó el Concejo Deliberante” y agregó que “si la intención es hacer un barrio la prioridad la tienen los dueños de los lotes y no cualquier otra persona”.
Las claves
1- Frente al déficit de viviendas que había en el departamento, durante la gestión del exintendente justicialista Juan Elizondo la comuna caucetera adquirió una finca para hacer un loteo para que cada beneficiario construyera su casa.
2- Cuando Gil se hizo cargo del municipio, el avance del proyecto comenzó a demorarse, al igual que la inquietud de los vecinos. Y encima sacó un decreto cambiando la ubicación y amenazando con quitarles la parcela si no construyen.
3- La preocupación de los vecinos del loteo es que pasan los meses y no ven avances en el proyecto, a pesar de que el Gobierno provincial aportó 3 millones de pesos para la urbanización, de los cuales ya llegó la mitad de los recursos.