Héctor Timerman, quien asumirá como canciller mañana martes, aseguró que buscará profundizar la presencia de Argentina en aspectos regionales y priorizar la relación con Brasil en su gestión y adelantó que hablará con el ex embajador en Venezuela, Eduardo Sadous, para recordarle que "no puede revelar información confidencial".

El empresario y ex embajador en EEUU aclaró que "no habrá cambios" en política exterior pero advirtió que los funcionarios de Cancillería que "no crean o no puedan defender la política exterior que fija la Presidenta, que es la jefa del Estado, tendrán que dar un paso al costado". Además, en una entrevista que publicó ayer Página 12, el canciller designado señaló que buscará "profundizar la presencia argentina, principalmente en los aspectos regionales y en la construcción de los lazos con América latina. Abrir nuevos mercados. Consolidar los mercados existentes". Timerman acotó que defenderá también "los intereses nacionales en todos los órdenes, incluyendo la soberanía sobre las Malvinas". En ese plano, dijo que el vínculo con "Brasil es prioritario. La relación dio sus frutos. Vamos a seguir profundizándola en la misma senda" y señaló que "para Argentina, el Mercosur es el núcleo de la política integradora a nivel político y económico". Respecto de la relación con EEUU, indicó que Argentina "tiene el vínculo que deseamos tener con la primera potencia mundial" y reconoció que "falta lograr la apertura de los mercados agrícolas, cerrados desde hace varios años, y profundizar los buenos lazos que tenemos, por ejemplo en la lucha contra el narcotráfico y la seguridad nuclear". Timerman sostuvo que "Irán tiene que entender que mientras nuestra Justicia lo reclame, Argentina no dejará de insistir en que quiere llevar a esas personas a juicio", en alusión al pedido de tribunales federales para la extradición de funcionarios iraníes señalados por su participación en el atentado a la AMIA.

El nuevo funcionario dijo que no era "fanático" del kirchnerismo pero observó que "este proyecto de transformación social que comenzó en 2003 atenta contra muchos intereses de la economía y la política acostumbrados a regular y regir los destinos del país". "La pelea con esos grupos me llevó a defender al gobierno del que soy parte porque hay una política de desestabilización", sostuvo. Y, señaló: "No quiero que nunca más un gobierno elegido por el pueblo termine por presión de los lobbies. Contra eso es que me rebelo y acreciento mi identificación con las políticas del gobierno".

Consultado sobre si hubo en Venezuela actividades diplomáticas no oficiales, dijo que "hubo una Cancillería paralela en la imaginación de algunos periodistas". Adelantó que iba "a hablar con Sadous. Estoy convencido de que sabe, como profesional que es, que por ley los embajadores no pueden revelar información confidencial. En caso de hacerlo estarían cometiendo un delito". Asimismo, indicó que "nunca hay trabas para la soberanía de la Justicia. Pero estamos hablando del Congreso. Como canciller, voy a evitar que se revelen secretos confidenciales que lleven a Sadous a violar sus responsabilidades legales".