San Juan, 30 de setiembre.- En un escenario montado sobre un acoplado, forrado con insignias empresariales y consignas mineroambientales hubo números artísticos, en donde se presentó Chiqui Brizuela, un folcklorista. Esto sirvió como pasatiempo en la espera de la votación de la Ley de Glaciares. A medida que pasaron las horas la concurrencia de gente fue disminuyendo. Se estima que sobre el final hubo unas 100 personas. Antes habían retirado los camiones y las pantallas gigantes. Los mineros disfrutaron de un gran asado a la espera de lo que decidieran los senadores. Antes de retirarse del lugar limpiaron los alrededores de la Plaza España.

Con todos los ingredientes de una marcha político partidaria (batucada, sindicatos, organizaciones sociales, puestos de choripanes, bombas de estruendo, pantallas gigantes, muchas banderas y el corte de calle), se desarrolló la llamada “vigilia”, a la espera de la decisión que tome la cámara alta nacional con respecto a la Ley de Glaciares.

Los mineros flanquearon a la gente que se dio cita en Libertador, entre España y las Heras, sendas hileras de camionetas, camiones y diversa maquinaria utilizada en la industria minera, hasta una inmensa grúa estacionada en la esquina opuesta a la Legislatura Provincial, frente al Centro Cívico.

Más allá de AOMA, la organización que sindicalizó a la mayor parte de los trabajadores mineros, se hizo sentir fuerte la presencia del sindicato de camioneros, cuyos afiliados, con el clásico verde predominante en sus vestimentas, tomaron ubicación frente al improvisado escenario.