La disputa que mantuvieron Enrique Conti y Eduardo Cáceres fue extremadamente reñida, palmo a palmo, golpe por golpe y con final abierto. Inclusive el bloquista, aunque con escaso margen, estuvo al frente de la batalla. Pero sobre la hora, la pelea se dio vuelta y el bloquista quedó relegado al segundo lugar en la interna del Frente Compromiso Federal. Un baldazo de agua fría, un cachetazo de nockout. Es que Conti se jugaba mucho en esta parada. En primer lugar, ser el referente de la oposición para pelear contra el oficialismo en las elecciones generales de octubre por una banca en el Congreso. Y segundo, un posicionamiento que le permitiera disputar la presidencia del bloquismo. Todo por ganar, teniendo en cuenta que llegaba sin el respaldo de un partido político, ya que estaba alejado de la estructura orgánica del bloquismo, el cual mantiene una sociedad con el PJ. Sin embargo, al final se quedó con las manos vacías.

Al participar del gran frente opositor que motorizó el senador Roberto Basualdo, Conti tejió una alianza con Rodolfo Colombo, líder de Actuar (quien fue en el tercer casillero de la lista), y con el exintendente caucetero, Emilio Mendoza. Pese a realizar una buena elección y disputarla hasta último momento, terminó cayendo ante el envión del macrista Cáceres. Al ser consultado sobre una derrota, señaló “que la idea es ayudar a la fuerza política que uno integra para que crezca en San Juan”.