En tiempos de pandemia, la presencia de la dirigente Patricia Bullrich tuvo de todo menos protocolos. La convocatoria que hizo Juntos por el Cambio San Juan fue en el Parque de Rivadavia (Rastreador Calívar, a 100 metros de Avenida Libertador), a las 17 y contó con muchos militantes y curiosos, varios de ellos interesados en una selfie con la jefa del PRO. Pero terminó siendo un tumulto, uno pegado a otro, sin distanciamiento social y, en algunos casos, ni siquiera barbijos bien puestos.

Se trata de la primera figura nacional que este espacio logra traer a la provincia luego del traspié que tuvo el arribo del excandidato a vicepresidente de la Nación, Miguel Ángel Pichetto.
Bullrich se mostró de buen humor, atendió los requerimientos de la gente que le pedía una foto o un autógrafo, y se dio un breve tiempo para contestar algunas requisitorias periodísticas.

Consultada por este diario, la exministra de Seguridad opinó sobre los distintos escándalos que salpican al PRO local, entre los que se cuentan una denuncia por violencia de género realizada por la dirigente Gimena Martinazzo que tiene procesado al diputado nacional Eduardo Cáceres; mientras que las otras denuncias son por aportes de campaña, una en contra de Martinazzo y otra que tiene en la mira al presidente del partido macrista, Enzo Cornejo.
Bullrich, sin quererse meterse de lleno en las acusaciones, dijo a este diario que "a las denuncias del PRO sanjuanino, las va a resolver la Justicia".



