En los pasillos y las oficinas del segundo piso de Tribunales, donde está enclavada la Corte de Justicia y Fiscalía General, se habló esta semana, de manera reservada, del tema que había dado a conocer este medio el fin de semana: los cruces entre el ministro Guillermo De Sanctis con la presidente Adriana García Nieto y el jefe del Ministerio Público, Eduardo Quattropani. Hacia afuera, tras los llamados, no hubo comentarios y celulares que sonaron, pero cuyos dueños no contestaron ni devolvieron las llamadas. Así, reinó el silencio y sigue la tensión en el ambiente de la cúpula del Poder Judicial, luego de que trascendiera la molestia y la reacción exagerada del cortista por su escasa aparición en un video institucional, que habría derivado en cuestionamientos a la titular del máximo tribunal y, posteriormente, una fuerte discusión con el fiscal General. Todo indicaría que la relación de De Sanctis con García Nieto está en el freezer y rota con Quattropani, explicaron fuentes judiciales.
No ha salido a la luz que se haya dado alguna reunión o contacto, cada uno por su cuenta, para calmar las aguas. Todo lo contrario, lo que prevalece es el distanciamiento y la frialdad, lo que se podrá palpar hoy en una reunión de acuerdo entre los cinco cortistas y el fiscal General. O, de manera pública, se apreciará cómo está el vínculo entre la presidente, el ministro y el jefe de los fiscales durante la inauguración del Centro de Abordaje a la Víctima de Violencia Intrafamiliar y de Género (Cavig), la cual se llevará adelante el viernes, con la presencia del gobernador Sergio Uñac (ver aparte).
Todo estalló con el video institucional por el Día del Empleado Judicial, el cual se celebró el lunes pasado. Según las fuentes, De Sanctis se habría molestado porque entendió que salió poco en la selección de imágenes, por lo que habría descargado críticas hacia García Nieto como presunta responsable de la edición y por un supuesto ninguneo. El ministro fue el primero en desembarcar en la Corte (febrero de 2017) para encarar su renovación, al punto que llevó adelante reformas en el Poder Judicial que venía de un atraso de unos 20 años fruto de la parsimonia de la antigua conformación. De Sanctis presidió el máximo tribunal el año pasado, tuvo un alto protagonismo y sobre el final de su mandato enfrentó dos operaciones en la columna, lo que lo tuvo de licencia médica hasta agosto pasado. En su regreso, García Nieto ya había tomado las riendas de la Corte, ya que sus integrantes se van pasando la posta de la presidencia anualmente. La mujer viene llevando con mano firme el timón de la conducción en plena pandemia del coronavirus y se ha puesto como objetivo poner en marcha, al final de su mandato, el sistema acusatorio, que implica el cambio hacia la investigación fiscal.
García Nieto fue la segunda en arribar al máximo tribunal (en mayo de 2018) y desde entonces mantuvo con De Sanctis una relación estable, aunque, según las fuentes, el vínculo se ha mantenido con pinzas y se terminó de resentir con los cuestionamientos que recibió por el video.
Dicha grabación también originó que el ministro discutiera con Quattropani, dado que habría considerado que este salía en una mejor ubicación, aunque el cruce escaló de tal forma que se tiraron con viejos temas y ahora ni se hablan. De Sanctis y el jefe del Ministerio Público habían cultivado una buena relación, no exenta de altibajos, pero que ahora parece totalmente rota.
Un centro clave
Las autoridades del Poder Judicial inaugurarán mañana el Centro de Abordaje a la Víctima de Violencia Intrafamiliar y de Género (Cavig), el cual funcionará como un centro de recepción de denuncias de las damnificadas y de contención y seguimiento, dado que entre el personal se encontrarán médicas, psicólogas, psicopedagogas y asistentes sociales, en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Humano y el de Salud Pública.
Con la puesta en marcha del sistema acusatorio, el Cavig será la sede de la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) contra delitos por violencia intrafamiliar y de género, la cual será coordinada por la fiscal Claudia Salica. Además, habrá otros cinco fiscales y 12 ayudantes fiscales, que son los que llevarán adelante las pesquisas contra los denunciados.