‘Nunca me la creí, ni que era intendente. Yo soy un militante más en Pocito, La gente no me dice intendente, me dice Sergio‘, apelando a la modestia, ayer Sergio Uñac se refirió así a si esperaba su nominación como candidato a vicegobernador, acompañando a José Luis Gioja. Fue el programa Misión Imposible (Radio Colón), donde el pocitano analizó el escenario político, en medio de la ebullición de las internas del 14 de agosto, tras una semana convulsionada por el cierre de listas.

El intendente de Pocito defendió el rechazo que la Junta Electoral del Frente para la Victoria aplicó a las listas de Ana María López y Franklin Sánchez que tiene a estos dos dirigentes preparando apelaciones para presentar hoy en el Tribunal Electoral Provincial y la misma Junta. Para Uñac ‘a las listas les faltan avales y eso es sustancial‘. También minimizó los efectos políticos que pueda tener este tironeo por la participación, al decir que ‘seguramente seguirán trabajando y seguramente serán convocados‘. López y Sánchez son funcionarios giojistas.

El pocitano también analizó el rol de los opositores locales. ‘Queremos dar una imagen distinta a la de la oposición, que se pelean, que se van… Nosotros tenemos responsabilidad política y lo que buscamos es la coherencia política‘, dijo. Y agregó que ‘a la oposición le va a seguir costando tener candidatos si no muestra un proyecto‘.

Además, Uñac se refirió a Mauricio Ibarra y César Gioja. Sobre el primero, dijo que ‘con Ibarra hubo un quiebre. Rawson es el primer test y si le fue mal ahí, tiene que replantearse el proyecto‘. Sobre el hermano del gobernador, el pocitano aseguró que no tiene ningún contacto y que ‘no soy rencoroso, pero no comparto ciertas actitudes, como dejar de lado el proyecto en pos de la persona‘.

Evaluó que ‘el 8 de mayo fue la prueba de lealtad más fuerte‘. Y que para Gioja una campaña tan agresiva pudo haber ocasionado ‘cierto desgaste‘ a su imagen nacional, pero que se compensó con los contundentes resultados.