Uno de los proyectos más ambiciosos en materia vial de la gestión giojista (el otro es la ruta 150, hoy en construcción) empieza a tomar forma, en virtud de que el Gobierno provincial decidió ponerlo en el tándem de obras que pretende estén incluidas en el Plan Quinquenal que encarará la Nación: se trata de un segundo anillo vial, conocido como la ‘otra’ Circunvalación y que, de acuerdo al trazado tentativo que manejan las autoridades locales, tocará seis departamentos, tendría unos 59 kilómetros de longitud (ver infografía) y con el que pretenden que se descongestione el nodo urbano central, en especial de vehículos pesados.

En este sentido, ayer hubo una reunión en la Jefatura de Gabinete, en Capital Federal, para avanzar -junto a otras provincias- en la diagramación de este programa nacional, que en el caso de San Juan también incluye la propuesta de otras obras, entre las que se cuentan el dique El Horcajo (ya anunciado por el ministro De Vido el martes pasado) y el acueducto Gran Tulum (ver página 18).

Aún no está definido el costo de tamaña obra vial, pero fuentes oficiales sí adelantaron que construirlo podría demandar casi una década (la Avenida de Circunvalación se levantó en 19 años).

La particularidad que tendrá este nuevo anillo vial es que para la construcción se utilizará buena parte de la traza ya existente, pero se la reformulará con ampliaciones, carriles de doble mano, iluminación, puentes y un sistema de seguridad acorde, entre otras obras. Igual, aclararon que no necesariamente tomará las características de una autopista. De todos modos, desde la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) mantienen bajo 7 llaves los detalles del proyecto, porque para ejecutar una parte del trazado será necesario expropiar tierras, motivo que justifica -a decir de las autoridades- el hermetismo.

La necesidad de construir un nuevo anillo, rápido y capaz de conectar sitios distantes de la provincia en pocos minutos, tiene varias razones que lo alimentan: la Avenida de Circunvalación quedó chica, donde por ejemplo en horas pico se carga de vehículos casi tanto como cualquier otra avenida (Libertador o Ig. de la Roza, etc.). Es un anillo corto, de apenas 16 kilómetros de longitud y que enlaza únicamente dos departamentos: Capital y Santa Lucía.

Es que, en rigor, la provincia creció mucho demográficamente, entendiendo que la actual Avenida se proyectó en 1967 (se inauguró en el ‘86) y el nuevo anillo, como lo definió el propio gobernador Gioja, apunta ‘’al San Juan del millón de habitantes’’.

De acuerdo a lo que se sabe, este anillo vial correría por la avenida Costanera (Chimbas), en el Este tomaría probablemente por calle Colón y otras arterias de Santa Lucía, hasta pasar cerca del aeropuerto Las Chacritas (9 de Julio), un polo de la provincia de gran fluido de vehículos.
De ese punto, se enlazaría hasta calle 6 (Pocito). El último tramo tocaría, por calle Pellegrini, todo el sector Oeste del Gran San Juan hasta unirse nuevamente con la Costanera.
La zona de Rivadavia es una de las más complejas, ya que por ejemplo avenidas como Libertador e Ig. de la Roza, a la altura de Desamparados, se transforman en un embudo en horas del mediodía y anochecer. En definitiva, lo que busca este proyecto es evitar que para ir de un punto a otro se atraviese toda la ciudad de San Juan.