El lunes que viene arrancará el juicio contra el excomisario Gustavo Padilla, quien está acusado de utilizar una camioneta Toyota 4×4 del depósito judicial para pasear con amigos por el campo. El que le había entregado el vehículo fue el exjuez penal Pablo Flores, quien, a su vez, fue procesado por incumplir con sus deberes de funcionario público, dado que la disposición de las movilidades es una facultad exclusiva de la Corte de Justicia, que puede cederlos sólo a favor de instituciones y no de personas determinadas, como en el caso de Padilla. Sin embargo, el expediente contra el exmagistrado viene demorado, luego de que su abogado, Iván Román, apelara el procesamiento. Con el cambio al sistema acusatorio, el caso pasó por la Unidad Conclusiva de Causas y recayó en la Sala II de la Cámara de Apelaciones, en donde el fiscal de Cámara, Daniel Galvani, rechazó el planteo del defensor. Así, los jueces Maximiliano Blejman, Silvina Rosso y Juan Bautista Bueno deben decidir si le hacen lugar o no al pedido.
Sobre Flores se había desencadenado un juicio de destitución, pero renunció para evitar tal proceso. Sin fueros, enfrentó la investigación judicial y fue procesado por el juez Alberto Caballero en febrero de este año. Si bien el expediente se vio retrasado por el Jury, ya acumula seis meses en instancia de apelación.