En su extenso camino para materializarse, la obra del túnel de Agua Negra pasó una prueba fundamental y que era largamente esperada por el Gobierno sanjuanino. El gobernador José Luis Gioja ayer informó que el canciller argentino Héctor Timerman y su par de Chile, Heraldo Muñoz, firmaron el segundo protocolo en el que se resuelven todos los temas bilaterales entre las dos naciones, como aspectos impositivos, leyes de trabajo, de aduana y migraciones, por ejemplo. El tratado era el último paso entre los poderes Ejecutivos de ambos países para allanar el llamado a licitación de la megaobra. Así, sólo queda que tanto el Congreso argentino como el chileno le den el aval definitivo, lo que se da por descontado debido a la voluntad política que existe en materia de integración física. Por eso, Gioja destacó que “es un trámite formal” y aunque trató de no dar fechas para la licitación, se entusiasmó y señaló que “es altamente probable que sea en febrero”.

Si bien el OK de los 2 parlamentos es necesario para avanzar con el proceso, lo que puede demandar meses debido al receso del Congreso local, tanto Gioja como el ministro de Infraestructura, José Strada, destacaron que existe la posibilidad de que ambos países pongan en marcha un instrumento legal (llamado cartas reversales), para que se habilite sólo el llamado a licitación hasta que se efectúen las respectivas aprobaciones legislativas. Lo que no permite esa herramienta es adjudicar y firmar el contrato con el consorcio de empresas que resulte ganador, pero debido al análisis que demandarán las propuestas técnicas y económicas (alrededor de 6 meses), en el Gobierno dan por descontado que ya tendrá el visto bueno de los parlamentos.

A fines de agosto, en la Cancillería argentina se llevó a cabo la IV Reunión de Gobernadores argentinos e Intendentes chilenos de la Frontera Común, y la VI Reunión Binacional de Ministros de Argentina y Chile, en la que “los cancilleres firmaron pautas de trabajo para avanzar y un acta con los acuerdos básicos” para llegar a la firma del denominado segundo protocolo complementario al Tratado de Maipú, señaló Gioja. A su vez, Strada explicó que “se consensuó el tema del financiamiento (Chile financiará con recursos de su presupuesto la construcción del 28% del túnel, que es la parte que le corresponde) y los aspectos centrales. De ahí, para que al protocolo lo firmen los cancilleres, había que trabajar en el texto propiamente dicho”. Por eso, el Gobernador resaltó que la elaboración del tratado es complejo y “resuelve las naturales restricciones de 2 países limítrofes que tienen para hacer una obra en común, que tiene que ver con temas aduaneros, leyes laborales, de migraciones y de impuestos”. Strada explicó que el túnel está valuado en aproximadamente 1.600 millones de dólares y mientras se desarrolló el proceso que desembocará en la licitación, hay 18 consorcios interesados, cada uno integrado por 3 o 4 empresas, en los que hay 15 países involucrados. Ahora, el protocolo tomará estado parlamentario el lunes en el Congreso argentino (posiblemente en Chile también) y la gestión giojista apunta a que se agilice la licitación para febrero.