El exapoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo Sergio Schoklender respondió ayer durante seis horas un intenso cuestionario de parte de diputados opositores respecto del supuesto desvío de fondos públicos destinados a la construcción de viviendas populares y, según los legisladores, involucró a la SIDE en lo que sería una “injerencia en la justicia”.
Schoklender “presentó documentación, fotocopias de algunos contratos, escrituras de algunas propiedades y también dejó 2 CD”, informó el legislador Gil Lavedra, jefe del bloque radical. Además Schoklender llevó varias carpetas y una notebook para proyectar luego un power point para ilustrar las explicaciones con las que trata de aclarar su situación judicial.
Al término de una reunión reservada, las diputadas Camaño y Patricia Bullrich coincidieron al manifestar que, tras escuchar a Schoklender, “ha quedado absolutamente acreditado el rol de la SIDE en el control e injerencia en la justicia” con el objetivo de “dormir las causas”. Al respecto los medios porteños, dijeron que Schoklender abrió el abanico y sumó nuevas denuncias cuando se refirió a un espía de la SIDE, que identificó con nombre y apellido, quien le pidió que no hable más, y por esto el juez Norberto Oyarbide iba a ‘planchar‘ la causa hasta después de octubre. Según Schoklender, el funcionario de la SIDE lo contactó por pedido del ministro del Interior Aníbal Fernández. Además, el exapoderado de la Fundación Madres, habló de sobresueldos pagados a funcionarios con fondos de las Madres, ya que la Fundación era una ‘gran caja‘ del Estado.
Tras la intensa jornada convocada también por la comisión de Vivienda, a la que no asistieron legisladores del Frente para la Victoria, aliados K ni tampoco del Proyecto Sur, las declaraciones de diputados admitían que Schoklender no había hecho grandes aportes para esclarecer la causa en la que su testimonio complica a la presidenta de la Fundación, Hebe de Bonafini. En este marco, Gil Lavedra aseguró que Schoklender estaba “diciendo un poco más” respecto de la relación que él tenía con la institución y que no había mencionado hasta el momento. Después, preguntado sobre si había repetido que era Bonafini quien le daba la orden para aportar fondos a la campaña preelectoral de Amado Boudou y Abel Fatala, Gil Lavedra respondió que “sí, pero obviamente por el jefe de gobierno (sic) que está mencionando ahora”, pero no aclaró nada más.
Finalmente Lanceta dijo que Schoklender fue preguntado si había falsificado la firma a Bonafini en uno de los convenios y lo negó, pero ratificó lo que declaró públicamente respecto a cuentas en el exterior de la presidenta de Madres.