Un deber de conciencia me ha movido a constestarle al ingeniero Mastracusa, que plantea opiniones desinformadas y lamentables respecto del Paso y el futuro Túnel de Agua Negra, entre otras cosas, por lo siguiente:
1- La viabilidad económica o la conveniencia de invertir fondos en la transformación del paso de Agua Negra en una vía carretera moderna apta para el transporte internacional fue establecida ya en 1998, con muy alta prioridad, por la consultora estadounidense Louis Berger International, contratada por Vialidad Nacional con fondos del BID. Ese banco exigió la contratación de una consultora internacional – no argentina – para que sus conclusiones no fueran "permeables" a las eventuales presiones de las provincias interesadas en el desarrollo de sus respectivos pasos o proyectos. Quedó demostrado en el trabajo de Berger que el mejoramiento del Paso de Agua Negra iba a concitar mayoritariamente tráfico propio, además de servir de alternativa durante los cierres invernales del Paso del Cristo Redentor. Ese estudio, que incluyó el análisis individual de los 13 pasos binacionales consensuados, también evaluó cómo se influirían mutuamente pasos vecinos o contiguos. Aún con las mejoras de infraestructura propuestas para el Cristo Redentor, se constató que tanto Agua Negra como Pehuenche seguirían conservando "vida propia", es decir, razón de ser. Por el contrario, para el caso de los pasos de Sico (Salta) y Jama (Jujuy), se determinó que las mejoras en uno haría innecesario invertir en el otro. Sobre las ventajas de Agua Negra se expresaba: "este paso mantiene su nivel de demanda cuando los restantes pasos se mejoran, indicando su independencia relativa a los restantes corredores transcordilleranos, siendo, además, una alternativa de cruce complementaria al Cristo Redentor, dada su cercanía geográfica y su posición ventajosa". Se recomendaba incluir la pavimentación de Agua Negra en el primer año de las inversiones del programa, por las ventajas relativas identificadas. Este estudio global y a la vez pormenorizado sobre los pasos binacionales quedó plasmado en no menos de 7 volúmenes generales y 13 tomos sectoriales, un para cada uno de los 13 pasos analizados.
2- Ese estudio advertía también, en 1998, que compartiendo Argentina y Chile una de las fronteras más largas del mundo (5.300 km), contaría a fin de ese año con sólo dos pasos pavimentados, es decir, un paso cada 2650 km. Esto se juzgaba como una traba fenomenal para el desarrollo económico, y se proporcionaban datos de las conexiones internacionales de otros países con fronteras extensas: EE.UU.-Canadá, 43 pasos, uno cada 149 km; EE.UU. – México, 13 pasos, uno cada 258 km; Francia – Italia (superando el enorme obstáculo de Los Alpes), 7 pasos, uno cada 70 km; Francia – Alemania, 4 pasos, uno cada 113 km.
3- La rentabilidad o factibilidad económica del Túnel de Agua Negra propiamente dicho ha sido favorablemente determinada por Vialidad Nacional de Chile, mediante un minucioso estudio recientemente concluido de la firma chilena CIS Asociados Consultores en Transporte S.A., que se ciñó a las normativas precisas, y propias de un país "unitario" -como parece preferir el Ing. Mastracusa- que tiene establecidas al efecto el MIDEPLAN chileno, es decir, el Ministerio de Planificación. La evaluación argentina se encuentra en marcha, y deberá ser aprobada tanto en Vialidad Nacional como por la Dirección Nacional de Inversión Pública, para tranquilidad del ex Administrador de la DPV de Mendoza. Al respecto, cabe recordar que en general la apertura de nuevos pasos binacionales implica beneficios económicos netos para ambos países, pero la proporción de beneficios recibida por Argentina será sensiblemente mayor, según lo determinado por Berger en el estudio comentado.
4- Cuando el Túnel de Agua Negra esté concluido, será casi un paseo el cruce de la cordillera por este paso. Ya no habrá necesidad de transitar en zona de penitentes, ni cruzar sectores con riesgo de derrumbes, ya que se evitarán casi 45 km de recorrido en la zona de mayor altura. No deseo, para defender a Agua Negra, abundar sobre reales o potenciales riesgos del camino por el Cristo Redentor, aunque ya el Ing. Mastracusa se ha encargado de ello -en mi opinión también erróneamente- al señalar que en la Ruta 7 hay un déficit de 15 cobertizos, y que entre otras cosas debería contarse con maquinaria de última generación para despejar la nieve y combatir el hielo, en cantidad suficiente. Evidentemente ignora o minimiza los importantísimos logros de Vialidad Nacional Distrito Mendoza en la modernización de su equipamiento para el mantenimiento invernal, en la renovación de sus cuadros, en la adopción de modernas metodologías de despeje de nieve y lucha contra el hielo, etc.
5- En cuanto a la caracterización del Paso de Agua Negra, es necesario decir que él o no lo conoce, o ha exagerado sus dificultades. Pero creo que su ataque, además de exagerado, es encubierto: atacar el estado actual de Agua Negra para desacreditar, en la generalización, el proyecto de su futuro túnel. Es como si en su momento, para desacreditar la idea de la construcción del actual Túnel Los Libertadores, se hubiesen agigantado las dificultades del camino a Chile de entonces, por los caracoles del sector chileno, por los derrumbes del sector Uspallata – Las Cuevas, o por el precario uso vial que permitía túnel ferroviario en el límite internacional.
6- Se ignora o se oculta que los caminos de acceso al túnel de Agua Negra -en ambos países- vienen siendo pavimentados sin prisa y sin pausa por decisión de ambos gobiernos, desde hace muchos años. En San Juan está construyéndose hoy el tramo entre Las Flores y la cercanía del futuro túnel internacional. En Chile, el pavimento ha avanzado hasta el puesto aduanero. Estas inversiones se decidieron bastante antes de que tomara cuerpo la idea del túnel internacional, y son de la misma índole de las que se llevan adelante entre otras provincias argentinas y regiones chilenas que comparten pasos cordilleranos. Tienen justificación económica en evaluaciones pre-existentes, como la ya comentada del estudio de Berger, y se alimentan de las decisiones políticas de los diferentes comités de frontera que existen entre Argentina y Chile. No es leal cargar al costo del Túnel de Agua Negra el costo de los accesos, que se están haciendo y que se completarán de todos modos, habida cuenta del mérito propio del paso.
El artículo de Mastracusa es lamentable porque, además de ignorancia, está cargado de soberbia, motivación partidista inocultable y de chauvinismo provincial. La soberbia destila en las expresiones "nuestro país necesita urgentemente de racionalidad"; "nadie puede discutir la importancia excluyente de los puertos mencionados" (Buenos Aires y Valparaíso); la racionalidad "exige estudios serios y estratégicos"; los actos de gobierno se deben afrontar "con seriedad"; las obras deben ser "conseguidas con esfuerzo propio y dentro de un marco en que la relación costo- rentabilidad – oportunidad dé un margen positivo, mensurable y seguro, lo que no parece ser el caso de Agua Negra". El primer deber de quien reclama seriedad y racionalidad en otros es opinar con conocimiento de causa, es estar informado. Mastracusa no conoce los informes ya señalados, o si los conoce, los soslaya.
Hay partidismo inocultable al calificar el comportamiento del gobierno nacional, al señalar a su gobierno provincial como de "visión corta" y "aturdido por el los caprichos del caudillismo de provincias vecinas". No está mal ejercer la crítica política, pero los argumentos pretendidamente serios o racionales que para el caso del Túnel de Agua Negra pretenden hacerla más eficaz, debieran resistir un mínimo contraste con la realidad.
Por último, y para mí lo más grave, es que su escrito apela a despertar reacciones emocionales profundas en la opinión pública provincial, al pedir que se "alce la voz para reclamar lo que nos pertenece por justicia y por derecho", y no se los aparte del "destino de grandeza que Mendoza merece". La frase inicial de su último párrafo "Bienvenidos sean los logros de nuestros vecinos" es una afirmación carente de sentido real. Las críticas sin fundamento, y hasta la ironización que hace sobre los resultados de algunas de las innumerables gestiones de San Juan por Agua Negra, revelan lo opuesto de esa frase con la que pretende quedar bien.
No dudamos que Mendoza se merece "un destino de grandeza". También San Juan, y todas las provincias argentinas. El país todo estará más cerca de ese destino cuando haya desarrollos geográficamente equilibrados, cuando se abandonen expresiones del tipo "nadie puede discutir la importancia excluyente de Buenos Aires y Valparaíso". Como ingeniero, Mastracusa debiera saber que no hay cadena que sea más fuerte que su eslabón más débil. No es priorizando eternamente los corredores comerciales ya constituidos la mejor forma de lograr una mayor integración, y un desarrollo más equitativo de nuestras sociedades.
* Director Escuela de Ingeniería de Caminos de Montaña "Agrimensor Alfonso de La Torre", Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional de San Juan. Miembro de la Comisión Técnica Provincial Paso y Túnel de Agua Negra; Mesa Técnica Mixta Argentino Chilena.

