El juez Carlos Parra renunció a su cargo como miembro del Tribunal Oral Federal de San Juan. La dimisión la presentó hace unos días, pero recién trascendió ayer. El magistrado dejó su puesto para jubilarse, beneficio que ya tiene concedido. Además, fuentes judiciales aseguraron que su estado de salud no es el óptimo tras una operación de corazón. Con su partida, se desatará el largo proceso de reemplazo, el cual suele durar años. Como ejemplo, su colega Juan Carlos Turcumán renunció en 2010 y su lugar aún no ha sido cubierto, al punto de que fue convocado por instancias superiores hasta que haya una designación.
La vacante que deja Parra genera inconvenientes en la conformación del tribunal por lo extenso del proceso de selección que lleva adelante el Consejo de la Magistratura de la Nación, un órgano atravesado por las pujas políticas de sus integrantes. El Tribunal Oral es el encargado de llevar adelante los juicios de competencia federal contra los procesados por delitos de narcotráfico, trata de personas, secuestros y de índole tributaria. Al no estar uno de sus miembros y demorarse su sucesor, se retrasa la realización de los debates y se recarga el peso de los procesos en sus colegas. De los tres miembros, el que se encuentra de manera permanente es Hugo Echegaray. El cargo que deja Parra es sumamente apetecible, ya que tiene su cuota de poder y está muy bien rentado. Para reemplazar a Turcumán, se anotaron postulantes de otras provincias por ejemplo.