El reporte de organismos internacionales reveló que las computadoras de la casa de calle Pedro de Valdivia, Capital, se conectaron a la red de wifi cuya titular es Blanca Dominga Poblete, de 72 años. En el acceso a Internet, hubo descargas y se compartieron videos e imágenes de pornografía infantil. Por eso, el equipo de la Unidad Fiscal Anivi, a cargo de Raúl Iglesias, le imputó ayer a la mujer los delitos de facilitación, distribución y tenencia de contenido de explotación sexual infantil, con el agravante de que hay víctimas menores de 13 años, lo que eleva el mínimo penal a 4 años. En la causa también está involucrado su hijo, Darío Marún Poblete, de 28 años, quien vive solo en la vivienda de una tía fallecida, cuya línea telefónica quedó bajo la propiedad de esa mujer y en la que también hubo una conexión y se bajó y distribuyó material pornográfico de niños, según la imputación. ¿El joven programador también usó el wifi del hogar de su madre para la descarga del contenido? Es probable, indicaron fuentes judiciales, que explicaron que en el avance de la investigación se determinará si Blanca Poblete no tiene ninguna vinculación. Por el momento, cuando Marún Poblete tuvo la posibilidad de hablar y desligar a su mamá ante la Justicia, prefirió abstenerse de declarar.

Silencio. La madre se abstuvo de declarar. Todo indica que lo hizo para no incriminar a su hijo.

 

El otro implicado es Marcelo Sánchez Trozzi, de 41 años, instalador de alarmas. Este medio había publicado que, durante el allanamiento en su casa de calle Belgrano, en Capital, el sospechoso había reconocido ante funcionarios judiciales y policiales que "es un morbo que tengo" en referencia al material de pornografía infantil. En la audiencia de formalización de la Investigación Penal Preparatoria, el equipo de Fiscalía reveló que también había señalado que ese morbo "no lo puedo evitar en mi cabeza. Me da vergüenza".

Los investigadores encontraron en la vivienda una notebook encendida, la que tenía un video sexual, en pausa, en el que había dos menores, destacó la ayudante fiscal Florencia Buteler, quien agregó que también había un chat abierto con otro usuario en el que la conversación giraba en torno a sexo oral de un niño a un familiar. No fue lo único, ya que también hallaron carpetas con música, cuyas letras hacían mención a la felación, niñas y prostitución. Sánchez Trozzi quedó imputado por los mismos delitos que Poblete y su hijo.

Defensa. Alejandro Martín García, defensor de Sánchez Trozzi, dijo que este no tiene conocimiento de informática.

 

En la audiencia, la jueza de Garantías Celia Maldonado dispuso que la investigación dure un año y que Marún Poblete quede detenido provisoriamente en el Penal de Chimbas durante seis meses, mientras que fijó tres meses de prisión preventiva para Sánchez Trozzi, con igual plazo de pesquisa. Blanca Poblete, a su vez, seguirá en libertad, ya que un informe médico recomendó que no está en condiciones de salud para permanecer detenida.

Todo se desencadenó con la investigación llamada Luz de Infancia, que tuvo su génesis en organismos públicos de Estados Unidos y Brasil, cuyos pesquisas, con software especiales, detectaron el tráfico de pornografía infantil en otros países, entre los que se encontraba Argentina y varias provincias, entre ellas, San Juan.

Según la descripción de los ayudantes fiscales Rodrigo Cabral, Isabel Marsiglio y Buteler, los imputados utilizaron el programa eMule, el cual sirve para descargar y compartir cualquier tipo de archivo entre las personas que están conectadas a la red Peer to Peer (P2P).

El megaoperativo arrojó 32 detenidos en nueve provincias, además de San Juan.