Que se convierta en una política de Estado, para que de aquí en adelante se haga todos los años independientemente de quien gobierne y mantenga el formato que se ha visto en los últimos tiempos. Esa es la meta que persigue la gestión giojista con la Fiesta Nacional del Sol y la idea es llevarla a cabo a través de una ley que salga consensuada con todos los partidos políticos que tienen representación parlamentaria. La iniciativa ya está en elaboración y quieren que sea sancionada este año. Se trata de un intento para que a futuro no se vea interrumpida como pasó en décadas pasadas, cuando se hizo de tanto en tanto y sufrió cambios de nombre, que se consolide y que la provincia gane en identidad.
La noticia la dio a conocer ayer el ministro de Turismo, Dante Elizondo, en Radio Colón. Aseguró que van a promover una ley para que la Fiesta Nacional del Sol tenga continuidad en el tiempo, más allá del color político del Gobierno de turno. “Creemos que debe ser una política de Estado, porque ha recibido el apoyo masivo de los sanjuaninos año a año y esa es una demostración de que la gente quiere que se haga, quiere tener su fiesta”. La iniciativa cuenta con el aval de Gioja y según Elizondo, la intención es que sea sancionada este mismo año.
El proyecto se está elaborando en el Ministerio de Turismo y Cultura y ya tiene algunos puntos definidos. Elizondo contó que se establecerá que San Juan debe tener su fiesta, que se debe hacer en la última semana de febrero y que “debe contener una feria y exposición temática que refleje las raíces de los sanjuaninos, un carrusel y un espectáculo final que tenga que ver con la identidad provincial”, es decir el diseño que tiene actualmente.
Sobre la fecha, Elizondo explicó que “antes se hacía en octubre, pero es una época en la que hay mucho viento zonda y no es oportuno, porque nadie está de vacaciones y los chicos todavía van a la escuela”. Según el funcionario, “en febrero el tiempo es más benévolo, hay posibilidades de atraer el turismo y la última semana es previa a la Fiesta de la vendimia y los operadores turísticos pueden vender Cuyo invitando a venir a las dos fiestas”.
La inquietud oficial está fundada en las idas y vueltas que ha tenido la fiesta provincial a partir de los cambios de Gobierno. Cada uno le puso su impronta y el resultado fue que San Juan no logró nunca ser identificado por una celebración que se repita año a año.
En los 70’ se llamaba Fiesta del Sol, uno de sus puntos fuertes era el desfile de carruajes y se hizo sólo algunos años. En los 90’, el Gobierno de Jorge Escobar la rebautizó como Expo Sol, cambió totalmente el formato y, por ejemplo, desaparecieron los carruajes. Y cuando asumió el cruzadista Alfredo Avelín, directamente no tuvo continuidad. Un marcado contraste con otras fiestas que se hacen desde hace años en forma ininterrumpida en el país, que se consolidaron definitivamente en el calendario nacional y que son un polo de atracción turística. Por poner algunos ejemplos, Cosquín, la Fiesta de la Flor en provincia de Buenos Aires, la de la Vendimia en Mendoza y la del Poncho en Catamarca.
Desde 2006, la gestión de Gioja la retomó con el formato de la actual edición y el nombre de Fiesta Nacional del Sol y desde entonces se llevó a cabo todos los años. Pero el Gobernador ya dijo que este será su último mandato y a juzgar por la historia, no es descabellado que a partir de un cambio en la conducción de la provincia se genere incertidumbre sobre el futuro que podría tener.
El plan es apurar el proyecto cuando termine la edición de este año. El primer paso es consensuar los detalles con todos los actores del sector privado que tengan que ver con la actividad turística, para luego mandarla a la Legislatura. El alfil giojista anticipó que irá a Diputados a explicarlo, en un intento para que sean sancionada por unanimidad. Además del bloque del oficialista, que se da por descontado dará el OK, coexisten las bancadas bloquista, basualdista y la de Actuar, las dos últimas opositoras”.
