La decisión que ya han tomado varios gremios que prestan servicios clave en la provincia de adherir a la medida de fuerza convocada a nivel nacional por la Confederación General del Trabajo (CGT) para el jueves 6 de abril, en reclamo contra la política económica del Gobierno nacional, permite anticipar que tendrá un alto impacto. Ya adelantaron que se sumarán a la protesta sindicatos de actividades tales como transporte de pasajeros y de cargas, vuelos comerciales, expendio de combustibles, bancarios, atención médica, dictado de clases en la UNSJ, la administración pública y el comercio local. En el sector educativo estatal, hasta ahora, el panorama está dividido porque UDAP, el gremio mayoritario, todavía no define su adhesión o no a la medida de fuerza, pero si adelantaron que pararán los profesores nucleados en la UDA, que es fuerte en el nivel medio y superior.
El triunvirato que actualmente conduce la CGT, integrado por Héctor Daer, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid, anunció un paro general de 24 horas por la molestia que existe contra el plan económico del gobierno, que conduce el presidente Mauricio Macri.
Los sindicalistas respondieron así al reclamo de una medida de fuerza contra la gestión de Cambiemos que se venía realizando desde distintos sectores. El pedido se cristalizó durante la masiva movilización gremial a la Plaza de Mayo del 7 de marzo pasado, que terminó con abucheos y hasta disturbios de parte de los sectores que reclamaban ir al paro (ver aparte).
La medida de fuerza se suma al paro que la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) convocó para una semana antes, el 30 de marzo. Resta esperar si esa fecha se mantendrá o se modificará para plegarse a la convocatoria de la CGT.
En San Juan, la protesta, que está convocada por 24 horas y sin asistencia a los lugares de trabajo, afectará al transporte de cargas, según confirmó el secretario general del gremio de los camioneros, Antonio Ponce. Eso se traducirá en que se verán resentidos el traslado de productos alimenticios, combustibles, la reposición de dinero en cajeros automáticos y la recolección de residuos en Chimbas, donde la tarea está tercerizada.
Tampoco habrá unidades de transporte urbano de corta, media y larga distancia, según informaron desde la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Y por esa razón tanto los trabajadores del sector estatal como del privado, docentes y alumnos, tendrán dificultades para llegar a sus trabajos y a las escuelas.
Otro sector que se verá afectado será el expendio de combustibles porque el Sindicato Unión Obrera de Estaciones de Servicios anticipó que prevén adherir a la protesta. Sólo atenderán casos de emergencia de ambulancias, bomberos y policía. Además, se ha pedido a la población que el día previo tome recaudos porque incluso puede faltar nafta por el paro de los camioneros.
El comercio no abrirá sus puertas por la adhesión de los trabajadores mercantiles.
Tampoco habrá atención en los bancos públicos ni privados, según adelantó el secretario general de la Asociación Bancaria, Mario Matic. Ni vuelos ni atención en los hospitales porque ATSA, el gremio de la sanidad se sumó al paro. Sólo mantendrán guardias mínimas para emergencias, dijo Alfredo Duarte, el representante sindical.
Como se sumó Adicus, tampoco habrá dictado de clases en colegios y facultades de la UNSJ.
En el ámbito de la administración pública, los dos gremios del sector, UPCN y ATE, van a sumarse, según adelantaron desde ambas organizaciones gremiales.
En el sector privado, dos gremios ligados a la construcción, como la UOCRA y la UOM, también dispusieron sumarse a la protesta de la CGT.
En cambio, hay otros sectores que todavía no definen qué postura adoptarán. Es el caso de UDAP, el gremio que está en medio de las paritarias discutiendo salarios, y el SUOEM, que agrupa a los empleados de los municipios.
Sugieren a los jubilados estar atentos por si se atrasa o adelanta el calendario de pagos.
Anticipo de la huelga
Un adelanto del paro convocado para el 6 de abril tuvo lugar el 7 de marzo pasado, frente a la sede del Ministerio de la Producción, en plena Capital Federal. Ese día, miles de personas convocadas por la CGT salieron a la calle para reclamar un cambio de rumbo en la política económica del Gobierno nacional. Arriba del escenario, los secretarios generales de la central sindical, Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer, advirtieron nuevamente con la convocatoria de un paro general, pero no le pusieron una fecha. Luego de los discursos, los ánimos se caldearon.
Hubo gritos reclamando el llamado a la medida de fuerza e incluso se produjeron incidentes cuando un grupo de personas quiso agredir a los dirigentes. Luego, a fuerza de empujones y golpes, incluso destrozaron el atril que habían utilizado los miembros del triunvirato cegetista para dar sus discursos.