El segundo piso del Tribunal Oral Federal local fue el escenario de una instancia clave en el juicio contra autoridades y personal del Penal por el maltrato que sufrió el preso Federico Fernández Santalucía: el alegato del fiscal Francisco Maldonado. En su acusación, explicó que tanto al exdirector del Servicio Penitenciario, Leonardo Barac, como al ex jefe del Cuerpo Penitenciario, Eduardo Mendoza, les corresponden una pena de tres años de prisión en suspenso por no haber garantizado, como máximos responsables, el cuidado del interno. En cuanto al resto de los imputados, sobre seis penitenciarios solicitó castigos que fueron desde la inhabilitación hasta dos años y seis meses de prisión. Por otro lado, el representante del Ministerio Público entendió que no se acreditó la responsabilidad de dos médicos y un psicólogo, por lo que decidió no acusarlos
Todo comenzó en 2013 cuando Fernández Santalucía ingresó a la cárcel por abusar sexualmente de su propio hijo y por trata de personas. En prisión, enfrentó dos sucesos clave. El primero fue el 25 de junio cuando fue golpeado por otros internos en el pabellón 9, sector 2. La paliza fue tal que tuvo que ser trasladado al Hospital Marcial Quiroga. El segundo se dio dos días después en un pabellón de máxima seguridad, el número 2 del sector 4, donde fue maltratado por un grupo de guardias, indicó Maldonado.
En un primer momento de la investigación, el exdirector del Servicio Penitenciario había quedado desligado, pero ahora Barac enfrenta una posible condena, al igual que Mendoza. El fiscal federal mencionó que ambos incumplieron con sus roles de garantes de la seguridad del reo. A su vez, Maldonado solicitó que Fabián Castro, jefe del sector dos, donde ocurrió el primer hecho, y Mauricio Díaz, a cargo del sector cuatro, lugar en el que sucedió el segundo, sean castigados con dos años y seis meses de prisión. En cuanto a los guardias José Tapparo y Marcelo Díaz, el fiscal fue por una pena de dos años. Estos dos últimos, junto a Mauricio Díaz, habrían sido los autores materiales de maltratos a Fernández Santalucía cuando se encontraba en el pabellón de máxima seguridad, que no llegaron a ser torturas sino que, de acuerdo al Código Penal, se denominan severidades. Para el fiscal, no se comprobó que hubiera lesiones infligidas por los guardias, pero que sí fue arrastrado y esposado y que sufrió cachetadas.
Con respecto a Daniel Mercado, quien era el encargado del pabellón en el que inicialmente se encontraba Fernández Santalucía, Maldonado manifestó que le correspondería seis meses de inhabilitación, mientras que pidió un año de inhabilitación para Julio Mercado, jefe de servicio del mismo sector. Ambos fueron acusados por omisión de denuncia. En cuanto al psicólogo Alejandro Reinoso y los médicos José Farja y Rodolfo Zapata, que venían imputados por el supuesto hecho de no haber denunciado las lesiones del detenido, el fiscal optó por no realizar ningún tipo de acusación por la falta de pruebas.
Maldonado ubicó los hechos dentro de la violencia institucional, ya que los internos no tienen los medios para protegerse cuando están dentro del Servicio Penitenciario y, esa tarea, es responsabilidad de los trabajadores del lugar.
El presidente del Tribunal, Daniel Doffo, y la jueza Eliana Rattá y su par Alberto Carelli pasaron la audiencia a una fecha cercana al 26 de este mes. En la reanudación será el turno de los abogados defensores de los imputados y está previsto que sean dos audiencias.