En el medio del mal clima que se vive en los últimos tiempos en el Partido Bloquista por el debate interno en torno a la decisión de continuar o no el acuerdo electoral con el Frente para la Victoria, el viernes en la última reunión del Comité Central se produjo un hecho bochornoso en el que dos dirigentes de la fuerza estuvieron cerca de enfrentarse a golpes de puño. Los protagonistas fueron el vicepresidente segundo del partido de la estrella, Pedro Medina, y el vocal César Porto Maradona, enrolado en la oposición al oficialismo de la presidenta Graciela Caselles. El disparador fue un voto inconsulto de esta última en el Congreso Nacional.
Según testigos del encuentro, por refacciones en la sede partidaria de la calle Mitre, la conducción bloquista trasladó su reunión habitual a la sede del Comité de Concepción. Desde el sector de Recuperación Bloquista, que lidera Juan Domingo Bravo y que enfrentó a Caselles en las últimas internas, le recriminaron a la Presidenta y diputada nacional el porqué de su voto a favor de la modificación de la norma que regula las ART sin consultar a la fuerza. Y le enrostraron que otra vez había levantado su mano para acompañar al Frente para la Victoria.
Precisamente el alineamiento del Partido Bloquista con el kirchnerismo viene siendo motivo de fuertes discusiones entre los dirigentes e incluso la continuidad o no del acuerdo fue el eje de las últimas internas, en las que triunfó Caselles y que se leyó como un respaldo a su posición.
El clima en el encuentro se habría caldeado al punto que Porto Maradona, un dirigente de la extrema confianza de Bravo, increpó a Medina, según relataron testigos de la reunión, quien se levantó con la intención aparente de golpearlo, pero otro dirigente se interpuso y los separó sin que el incidente llegara a mayores.
Caselles pidió tranquilizar los ánimos y los representantes de Recuperación Bloquista se retiraron en calma.
Lo sucedido fue parte de una escalada de voces que vienen pidiendo que el Partido Bloquista rompa el acuerdo con el PJ en San Juan.
Entre otros exponentes, Medina tuvo ácidas críticas en septiembre hacia el peronismo, que desataron revuelo y preocupación en el partido. En esa oportunidad dijo que “el PJ no nos ha cumplido en nada, no nos ha otorgado nada de las cosas que el bloquismo esperaba y que aún sigue esperando”. Después de esas declaraciones, Medina ratificó sus dichos y el tema no pasó a mayores.
Luego incluso fue el presidente de la Convención del partido de la estrella, Augusto Rago, quien le planteó a la presidenta Caselles la necesidad de romper el acuerdo ahora para fortalecer la fuerza y que sea alternativa para las elecciones provinciales del 2015. Rago, representando a un sector de Bravo Conducción, la línea interna liderada por el desaparecido Leopoldo Alfredo Bravo, fue la que la catapultó a Caselles para presidir el partido de la estrella en las últimas internas. Ella se había hecho cargo del partido tras la muerte de Polo Bravo, pero en junio recién ganó la interna y le dio legitimidad a su cargo.
El tema de la continuidad o no del acuerdo electoral con el justicialismo ha sido la piedra en el zapato en el bloquismo en los últimos tiempos e incluso motivo de fuertes enfrentamientos entre los sectores que defienden el acuerdo y los que lo critican porque dicen que no les ha dado los resultados esperados.
La defensa más férrea la ha liderado Caselles, incluso acompañando con su voto las posiciones del Frente para la Victoria en la Cámara baja. Y en la vereda de enfrente se sitúa el hijo del caudillo bloquista desaparecido, don Leopoldo Bravo, que es Juan Domingo Bravo.
Esa batalla por demostrar quién tenía la razón fue también el eje de la última interna partidaria, que tuvo lugar el 24 de junio, y que le dio el triunfo a Caselles. No obstante, los seguidores de Juan Domingo no se resignaron y plantean su posición en cuanta ocasión tienen. Pero, además, incluso en el entorno mismo de la Presidenta, han empezado a surgir voces discordantes con ese acuerdo, como es la actitud adoptada por Rago, acompañado por un puñado de dirigentes de Bravo Conducción. El tiempo dirá cómo siguen las pulseadas y hasta cuando Caselles podrá enfrentar la crítica opositora.

