Las restantes piezas clave del escandaloso caso de la AFIP comenzaron a caer. La Policía Federal detuvo ayer al comerciante Edmundo Novelli, bajo la sospecha de haber sido beneficiado por el borrado de sus deudas en el organismo fiscal. Se trata del primer eslabón del sector empresarial, ya que fuentes calificadas informaron que el juez Leopoldo Rago Gallo dictó otra orden de captura contra un segundo sospechoso, el cual está siendo buscado por los uniformados. En la causa ya habían caído los supuestos cabecillas de la banda que hacía desaparecer los rojos impositivos y algunos empleados del ente recaudador que aparentemente se encargaban de esa tarea.
De acuerdo a las fuentes, Novelli es propietario de algunas franquicias de la marca de helados Grido. Del otro empresario mandado a detener por Rago Gallo no trascendió la identidad y al cierre de esta edición no aparecía. Las fuentes contaron que lo buscaron durante todo el día y no descartaron que se haya dado cuenta del pedido de captura y que se esté escondiendo, por lo que quedaría en calidad de prófugo.

La pata empresaria es uno de los puntales de la causa, ya que la investigación apunta a que personas físicas y firmas comerciales contrataban los servicios de una red delictiva que les ofrecía liberarse de un plumazo de las obligaciones tributarias que tenían impagas. No era la única jugada, dado que también está bajo la lupa la creación de compañías que simulaban ser prestadoras de otras empresas para fingir operaciones y luego comercializar el crédito fiscal obtenido, por ejemplo producto de tributos como el IVA y Ganancias.

Con la de Novelli ya son 9 las detenciones. Los primeros en caer fueron Eduardo Cristian Olmos y Daniel Humberto Fornari. El primero está señalado como el líder de la organización y quien tenía los contactos con los empleados de la AFIP. El segundo fue apresado en Mendoza y cobró notoriedad en estas tierras debido a que fue parte de la maniobra extorsiva contra la familia Estornell, por la cual fue condenado en 2009. Su rol supuestamente en la causa consistió en contactar a empresarios locales y de la vecina provincia. Ayer salió a la luz que su hijo también fue capturado en suelo mendocino.

La segunda tanda de involucrados incluyó a los empleados del organismo fiscal: Manuel Francisco Montiveros Miranda, Rubén Darío Falcón y Adrián Collado. La sospecha que reina es que usaban claves digitales para acceder al sistema y hacer desaparecer las deudas impositivas. El primero de ellos es el secretario adjunto a nivel regional del gremio que nuclea al personal de la repartición y el máximo representante local. Su hijo, Germán Montiveros Belmonte, también está en la mira aunque pidió no quedar detenido y está a la espera de la resolución de Rago Gallo. Los otros detenidos son Luis Alberto Alé y Andrés Julio Ayala. Hasta ahora, fueron indagados Olmos, Collado y Falcón y los tres se negaron a declarar. El juez ordenó trasladarlos al Penal de Chimbas, mientras que los demás siguen en los calabozos de la Policía Federal, a la espera de que se les fije la indagatoria.