Ante el ingreso al aula de la profesora, los 93 policías sacaron al unísono y velozmente sus lapiceras, como si blandieran sus armas ante un inminente enfrentamiento. Tomaron nota de todo lo que la docente explicaba y estuvieron sumamente concentrados para resolver los problemas y situaciones hipotéticas. Con suma atención y dedicación, ese grupo de oficiales en actividad encaró el primer día de clases y el desafío de estudiar el ciclo de Licenciatura en Seguridad Ciudadana que dicta la Universidad Católica de Cuyo (UCCuyo). El esfuerzo cobra dimensión porque muchos reconocieron que les costará agarrar nuevamente los libros y la mayoría señaló que tiene que adecuar sus tiempos al servicio policial, a trabajo adicional dentro de la fuerza, a su familia y ahora, a un estudio universitario. Sin embargo, todos remarcaron que pondrán todo su empeño y sus ganas para recibirse de licenciados.
Los uniformados en actividad cuentan con el curso de 3 años dictado por la Escuela de Policía y las materias que aprobaron funcionan como equivalencias ante las cátedras de la Licenciatura. Por eso, ingresan en un ciclo de enlace de 2 años, a diferencia de los cadetes que deben cursar 4 años. Desde la Jefatura se fijó un cupo para 90 uniformados, se corrió la invitación para aquellos que estuvieran interesados y la respuesta fue inmediata. ‘Es una muy buena experiencia para capacitarse y superarse‘, dijo el subcomisario Néstor Álvarez, jefe de Asuntos Internos.
En algunos casos, el hecho de volver a clases estuvo enmarcado en un manto de bromas familiares. El oficial principal Héctor Oyola dijo que sus hijos lo ‘gastaban‘ porque tenía que llevar la merienda a la escuela y el oficial ayudante Federico Pelliza señaló que sus hijas le remarcaban que ‘vas a ir al colegio al igual que nosotras‘. Ambos, al igual que todos, resaltaron que el respaldo del núcleo familiar es fundamental para llevar adelante el nuevo emprendimiento.
Si bien muchos de los oficiales con más experiencia destacaron que los antiguos cursos policiales de capacitación eran obligatorios y constantes, la nueva carrera implica un estudio intensivo ya que deben asistir a clases 4 días a la semana durante dos años. ‘La mayor exigencia es el estudio‘, sintetizó la oficial principal Marcela Marinero. Muchos de los uniformados admitieron que les resultará duro volver a estudiar de manera sostenida y constante, pero aclararon que será hasta que ‘agarren el ritmo‘.
Por otro lado, los alumnos ahora deben equilibrar el trabajo policial, los servicios adicionales que prestan, el tiempo con la familia y el cursado. Raúl Ahumada, oficial inspector, explicó que su preocupación es ‘no poder cumplir con el cursado de las materias por una cuestión de tiempo‘. Por eso detalló que se relevará con sus compañeros para poder afrontar todas sus obligaciones.

