La expectativa tanto del Gobierno como de los gremios en la segunda reunión paritaria era tener certezas sobre cuánto enviará la Nación de un fondo clave para conformar el salario docente. Como no hubo definiciones, la discusión local sigue sin parámetros definidos y el inicio de clases, fijado para el próximo lunes, está en peligro. La definición la dio Graciela López, secretaria General de UDAP, el sindicato con más afiliados, quien dijo que se plegarán a un paro si es que se decide en el plenario nacional del viernes de CTERA, central a la que a la que están adheridos. La dirigente dejó en claro que si eso sucede, es pura responsabilidad de la administración macrista. De todas formas, mañana se reanudarán las negociaciones en la provincia, a la espera de resultados a nivel nacional.

Mientras tanto, el Ejecutivo y los gremios (también están UDA y AMET) comenzaron ayer a trabajar primero en un salario de 7.800 pesos retroactivo a febrero y hasta el 1 de julio para el cargo testigo, es decir, el maestro de grado que recién se inicia. Y desde julio, el sueldo mínimo pasaría a 8.500 pesos. Los montos fueron establecidos en un principio entre la gestión macrista con los sindicatos nacionales, pero que quedó frenado porque al final la administración central no firmó el acta. Para llegar a esas cifras, San Juan depende de aportes nacionales. Uno de ellos es el Fondo de Incentivo Docente (Fonid), que según la Nación será de 810 pesos para el primer caso y de 1.010 para el segundo. El otro es el Fondo Compensador, que es el ítem que aún se desconoce de cuánto será. Hasta diciembre, era de 945 pesos, pero en enero y febrero se alimentó de un extra de 460 pesos. El ministro de Hacienda, Roberto Gattoni, explicó que a partir de marzo “sería recortado”. De ser así, “nos cambiarían las reglas de juego” y “nos dejarían desfinanciados”. Pese a la voluntad de analizar esos salarios tentativos, el hecho de que se desconozca cómo estará conformado finalmente este último fondo es lo que termina trabando la negociación local.
La sospecha sindical es que inclusive la Nación sólo enviaría el auxilio del Fondo Compensador para que el cargo testigo (hoy en 6.060 pesos) llegue a los 7.800 desde febrero y 8.500 pesos a partir de julio, mientras que lo dejaría sin efecto para el resto de los docentes que superen esos montos. De ser así, complicaría las finanzas locales.

La incertidumbre causa preocupación en la gestión uñaquista, según reconoció el ministro de Educación, Felipe De los Ríos, quien agregó que “si no cierra el acuerdo Nación, para nosotros no es posible continuar”. La discusión nacional se empantanó porque el salto de 6.060 a 8.500 pesos representa un aumento del 40 por ciento, pero fue el propio presidente Mauricio Macri quien luego fijó un techo salarial del 25 por ciento para las provincias (Ver Cronología).

En ese escenario, la sindicalista López, al igual que Roberto Rosa, de UDA, señalaron que peligra el inicio de clases por responsabilidad de la Nación por su indefinición. Los gremios locales esperarán las definiciones de las centrales docentes nacionales para seguir el mismo camino. “Si CTERA el viernes va al paro, nosotros también”, dijo López.