Ayer, los soldados del Ejército Argentino apostados en las escuelas cumplieron una función que fue más allá que controlar el normal desarrollo de los comicios. También desempeñaron una tarea humanitaria asistiendo a los votantes con información y hasta con compañía. Pudieron cumplir con esto también debido a la tranquilidad con que se desarrollaron las elecciones en la provincia.
La abuela apenas pudo caminar con la ayuda de su bastón. Su situación se complicó aún más cuando intentó llegar a la mesa donde votaba por el pasillo lleno de gente. Pero pudo hacerlo más rápido de lo esperado. El soldado que estaba en la puerta del edificio la tomó del brazo, le abrió camino entre la gente y la acompañó hasta el momento que entró en el cuarto oscuro. No se movió del lugar. Esperó que la abuela echara su voto en la urna para acompañarla hasta el auto.
Pero los ancianos o las personas con alguna discapacidad física no fueron los únicos que recibieron la asistencia de los uniformados. Los niños también lo hicieron. Es que algunos soldados también se encargaron de abrirle paso entre la gente a las madres que fueron a votar con sus hijos en los changuitos. En tanto que otros hasta tuvieron que hacer de niñeras. Algunos padres también fueron a votar con sus hijos y los presidentes de mesas no permitieron que los niños ingresaran al cuarto oscuro. Es por eso que mientras sus papás votaban, quedaron al cuidado de los soldados.
Ellos también se encargaron de informarle a la gente en qué mesa votaba e incluso indicarle la ubicación de la misma, especialmente en las instituciones más grandes con muchas mesas como fue la Antonino Aberastain, de Pocito, entre otras.
Los agentes de la Policía de San Juan que cumplieron función ayer fuera de los edificios escolares también dedicaron parte de su tiempo a asistir a los votantes. Algunos acompañaron hasta la puerta de las escuelas a los ancianos que concurrieron solos a votar ya sea por sus propios medios o en los vehículos que los diferentes partidos políticos pusieron a disposición para trasladar gratis a los votantes, aunque pocos fueron los que usaron este servicio. La mayoría de la gente prefirió ir a votar en su propio auto, moto, bicicleta y hasta carretela. También hubo personas que decidieron ir a votar en colectivo, aunque fueron los menos, ya que el transporte público no funcionó con un servicio especial por las elecciones, sino como lo hace normalmente los días domingos.

