El presidente del Partido Justicialista, Néstor Kirchner, podrá continuar con su intensa actividad política, sin descuidar su situación clínica de "luz roja total", coincidieron especialistas sanjuaninos.

Kirchner "seguramente va a volver a poder tener una actividad plena por lo menos dentro de un mes". De todos modos, el diputado nacional debería retomar sus funciones "en forma graduada, no de golpe", consideró el médico cardiólogo Juan Antonio Tripolone, quien fuera jefe de residentes de la Fundación Favaloro.

"Le tienen que dosificar el grado de exposición pública. Podrá retomar sus actividades si dentro de un mes supera estudios que determinen que está en condiciones de afrontar situaciones riesgosas de apremio diario, tales como hablar ante una multitud", agregó el médico cardiólogo del Hospital Rawson.

Recién dentro de "15 a 20 días la pared de la arteria operada puede llegar a estar bien cicatrizada. Durante el primer mes, el stent (el tubo que le mantiene abiertos los vasos sanguíneos) se puede cerrar entre un 20 a un 30 por ciento", remarcó Tripolone.

Pero con los tratamientos actuales, una buena medicación y cuidados profundos, el paciente puede llevar una vida plena y normal. Al automovilista Juan Manuel Fangio lo operamos a corazón abierto en la Fundación Favaloro y vivió plenamente por muchos años", agregó.

"Sin llegar a ser un factor de riesgo primordial", el estrés al que suelen exponerse los líderes políticos es "tremendamente deteriorante en pacientes con arterioesclerosis". Así lo explicó el cardiólogo Ricardo Rodriguez, al considerar que los principales factores de riesgo son "el colesterol alto, la presión alta y el hábito de fumar".

"Yo creo que sí" va a poder retomar su vida política tan hiperactiva, siempre que se traten "agresivamente estos factores de riesgo", porque lo de el ex presidente no deja de ser "un cuadro de arterioesclerosis interesante", explicó el profesional.

"Una persona tremendamente obsesiva, estresada y adicta al trabajo va a tener estos problemas en cualquier tipo de oficio porque es su constitución caracterológica. En cualquier función que estén descargan la misma cantidad de adrenalina que los hace vulnerables", agregó.

Sin omitir que "quienes están en esos niveles de estrés político son pacientes en riesgo", el cardiólogo reconoció que la cirugía de Kirchner "ha sido muy simple, con una pequeña anestesia. Andando todo bien tiene muchísimo menos trastorno que una apendicitis". "Si se controla la presión, respeta la medicación, la alimentación y hace ejercicios, lo más probable es que no tenga más eventos arteriales y vuelva a trabajar normalmente", agregó Rodríguez.

La angioplastia de Kirchner "fue programada, no fue de urgencia. No tuvo un evento coronario agudo ni un infarto de miocardio. No hay motivo para que no siga en la actividad política una persona que no ha tenido pérdida de músculo cardiaco y que no ha tenido problemas cerebrales. Pero se tiene que cuidar: luz roja total", dijo Adrián D’Ovidio, médico cardiólogo.

Al admitir que puede haber gente "que tolere rutinas diarias como las de Kirchner sin mayores riesgos cardiacos", el cardiólogo destacó que "el riesgo de un nuevo episodio lo tiene permanentemente, porque son como picos dentro de una enfermedad que es la arterioesclerosis" que afecta al secretario de Unasur.