“A mí no me gritás. Así como decís que sos intendente, yo soy concejal”. La frase corresponde al presidente del Concejo Deliberante de Ullum, Alfredo Carrizo, quien junto a los demás ediles mantuvo una fuerte discusión con el jefe comunal Leopoldo Soler. ¿El Motivo? El uso por parte del Ejecutivo de una fotocopiadora, que hasta el miércoles estaba en el recinto del Concejo Deliberante. La discusión llegó a tal punto que Soler hizo sacar el equipo con la Policía, mientras que los concejales decidieron hacer una exposición en la Comisaría departamental por “ingreso inapropiado, atropello, agresiones verbales y violencia laboral”, según confirmaron.
La situación se suma a los anteriores hechos que involucran al intendente de Producción y Trabajo y al cuerpo deliberativo, siendo uno de los puntos más acalorados cuando en marzo Soler regresó intempestivamente al municipio luego de permanecer 22 días internado, periodo en el que el presidente del Concejo, Alfredo Carrizo, se hizo cargo de la intendencia y dispuso remover a funcionarios, personal contratado, además de generar cambios en distintas áreas del Ejecutivo (ver recuadro).
El intendente y el presidente del Concejo Deliberante son del mismo partido político, pero desde 2016 que mantienen una fuerte disputa entre ellos.
La exposición de los concejales se hizo a las 13.35 del día miércoles, y quedó asentado en el Libro de Novedades Nº2 de la seccional, en el folio 181 y bajo el número 92/17. Según explicó la concejal Carina Peralta, “la presentación la hizo Alfredo Carrizo y los demás concejales acompañamos el relato con la firma”. Peralta habla de los ediles Dante Noriega y Daniela Salinas, integrantes del Frente para la Victoria, sólo faltando la rúbrica de Graciela Gil, de Producción y Trabajo y quien, según manifestaron, decidió no firmar.
Al ser consultado sobre la situación Soler manifestó no estar enterado de la exposición policial y explicó que “dispuse sacar del Concejo Deliberante la única fotocopiadora que hay en el municipio para trasladarla a un espacio público, para ponerla a disposición de todas las áreas del Ejecutivo porque los concejales se negaban a sacar las fotocopias”.
Según confirmaron las dos partes de la disputa, en el municipio de Ullum existían dos fotocopiadoras, una en manos del Ejecutivo y la segunda en posesión del Concejo Deliberante. La primera sufrió un desperfecto hace varios meses y todavía no ha podido ser arreglada, por lo que durante ese periodo se comenzó a utilizar la que existía en el recinto de los ediles. La concejal Daniela Salinas manifestó que “el conflicto se generó porque comenzaron a sacar fotocopias de todo tipo, de todas las áreas, hasta impresiones de cosas que no corresponden, como copias particulares. Por eso, decidimos dejarla sólo para uso del Concejo y pedirle al intendente que finalmente arregle la del Ejecutivo. Por ese motivo Soler se enojó, entró a los gritos, nos avasalló y llegó con la policía para llevarse la fotocopiadora”. Según Salinas, ese equipo pertenece al Concejo Deliberante, mientras que el jefe comunal manifestó que fue comprada con recursos del Ejecutivo y por eso puede disponer de su uso.
Fuentes calificadas confirmaron que la discusión entre Soler y los Concejales, principalmente Carrizo, duró varios minutos y fue de un todo muy elevado, al punto que, aseguran, casi llegó a los golpes de puño. Tanto Solera como Peralta explicaron que el jefe comunal hizo un “ingreso inapropiado, nos atropelló, hubo agresiones verbales y hasta violencia laboral”, por lo que decidieron hacer la exposición en la Policía.
Cruces en Ullum
Las diferencias entre el intendente Leopoldo Soler y el presidente del Concejo Deliberante, Alfredo Carrizo, quedó de manifiesto el 10 de marzo, cuando el jefe comunal regresó al municipio luego de permanecer 22 meses internado. En ese período de tres semanas, Carrizo, que sumió la intendencia de manera interina, desafectó personal, dejó de lado a 18 contratados, incorporó a otros tantos y designó a nuevas personas en áreas clave.
El jefe comunal no hizo escalas desde la salida de la clínica donde estuvo internado hasta el municipio y su primer acto de gobierno en su regreso fue firmar un decreto con el que “extinguió” la ordenanza que puso en funciones a Carrizo en el Ejecutivo y dispuso su reasunción en la comuna.