En un operativo de traslado bajo la más estricta reserva y con reforzadas medidas de seguridad, el represor Jorge Antonio Olivera llegó a San Juan luego de estar prófugo poco más de tres años y medio. El jefe de la represión ilegal durante la última dictadura militar ya se encuentra alojado en el Penal de Chimbas y el lunes comenzará a rendir cuentas de los procesos que tiene pendiente. El exmilitar será indagado en el Juzgado Federal Nº2 por la causa denominada “Farías”, la cual contempla los homicidios de militantes en supuestos enfrentamientos armados, revelaron fuentes judiciales.

Olivera además deberá prestar declaración indagatoria por la causa “Cevinelli”, que tiene que ver con la privación de la libertad y tormentos que sufrió Héctor Cevinelli. Las fuentes explicaron que esperan que la medida se lleve a cabo en el transcurso de la semana que viene, pero que todo dependerá de la extensión de la lectura de la prueba y si el exmilitar da su versión o no en el expediente Farías. No es lo único que le espera, ya que va camino a enfrentar el segundo megajuicio por delitos de lesa humanidad (Ver recuadro).

 

Cambios. Cuando fue detenido por la Federal, Olivera presentaba cambios en su rostro como la barba tipo candado. Lo atraparon dentro del baúl de un auto.

Olivera fue condenado a prisión perpetua en el primer megajuicio y a 21 días de su sentencia se fugó con Gustavo De Marchi del porteño Hospital Militar Cosme Argerich, donde habían sido trasladados para atenderse por supuestas dolencias. En 2015 cayó De Marchi y su compañero fue apresado el lunes en la casa de su exesposa Marta Ravasi, en San Isidro, en la Ciudad de Buenos Aires. Las fuentes explicaron que el juez Miguel Gálvez, que está subrogando a Lepoldo Rago Gallo, mantuvo bajo reserva el operativo de traslado del represor para extremar las medidas de seguridad debido a sus antecedentes de fuga. Olivera fue custodiado por al menos 12 uniformados de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que se desplazaron en tres movilidades. El represor fue notificado en el juzgado de su indagatoria y quedó alojado en una celda del Penal de Chimbas, separado del resto de los condenados por delitos de lesa humanidad.
 

Con rumbo a otro megajuicio

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El próximo 13 de marzo comenzará en San Juan un nuevo megajuicio por delitos de lesa humanidad. Será el segundo que se desarrolle en la provincia y todo indica que Jorge Antonio Olivera se sentará en el banquillo de los acusados. El exmilitar, jefe de Inteligencia del RIM 22, será juzgado por cuatro causas en las que se lo acusa de privación ilegítima de la libertad, tormentos agravados y la desaparición física de personas. Una de ellas corresponde a la segunda parte de la llamada compulsa Bustos, mientras que las restantes son los expedientes Ripoll, Nívoli y Mazzitelli. En estas causas, Olivera ya fue procesado y todas fueron elevadas a juicio. Junto a él, estarán 21 acusados más.