Es la primera mujer que integra la Corte de Justicia en la historia local y forma parte de la renovación que está atravesando el máximo tribunal. Adriana García Nieto pasó por el programa "A todo o nada" de Radio Sarmiento y habló de los controles y las sanciones a magistrados, de la mirada de género, de los ingresos al Poder Judicial y de la impronta que le dará a su presidencia el año que viene.

– ¿Cuál es el balance que hace a poco más de un año de llegar a la Corte?

– Se ha avanzado mucho porque si bien había algunas instituciones y cuestiones que ya estaban planteadas en la Corte, la presencia de una mujer necesariamente le da esta mirada de la perspectiva y las capacitaciones en materia de género. Esto es un gran avance. Yo hago un balance positivo, pero sobre todo la comunidad es la que tiene que hacerlo.

– En el funcionamiento en general de la Justicia, ¿ha notado una mejora?

– Sí, absolutamente.

– ¿En qué aspectos?

– A la Justicia se le pedía apertura, mayor agilidad, respuestas en tiempo oportuno, pero también mayor comunicación. Creo que se ha dado pruebas, que estos ítems se están cumpliendo. El Poder Judicial ha ido creciendo en este ida y vuelta con la sociedad, porque no es que el Poder Judicial no hacía, pero no se sabía lo que hacía o no se daba a conocer de una manera correcta, equilibrada. Otro de los avances es el tema de oralidad, que implica no sólo una inmediatez entre aquel que acude a la Justicia y el que decide, sino que también permite acortar los plazos.

– En lo que viene trabajando, ¿ha notado que anteriormente no se hizo nada o que se hizo poco?

– No sé si es que no se hizo nada. Quienes integran las instituciones cumplen un determinado tiempo y está de acuerdo a sus tiempos. No me corresponde valorar las condiciones en las que los anteriores cortistas tomaron sus decisiones y por qué las tomaron. En esta nueva integración, hemos tomado en claro a dónde queremos ir, qué es lo que queremos, cuál es nuestro plan y en eso trabajamos. Y escuchando a la sociedad, en este momento histórico, que es lo que nos está pidiendo.

– Salió a la luz el caso del comisario Gustavo Padilla, a cargo del depósito judicial de 9 de Julio, que está siendo investigado por el supuesto uso irregular de vehículos. El juez Pablo Flores le entregó un vehículo en calidad de depositario judicial, pero para hacer eso, ¿tiene que pasar por una autorización de la Corte?

– Quiero aclarar que sería muy irresponsable de mi parte poder opinar al respecto porque en uno o en otro momento puede ser motivo de decisión de la Corte, en la que puedo intervenir, ya sea en la actuación de la causa o la intervención, o no, que el juez haya tenido en esa causa.

– Le preguntaba sobre qué sostiene la legislación y si siempre debe intervenir la Corte en tal decisión...

– Se debe poner en conocimiento, por supuesto. Pero hay que mirar cada cuestión en particular.

– Flores ha reconocido el error de no informar a la Corte, ¿ya amerita un sumario o una investigación por parte de la Corte?

– La causa ha salido a la luz hace 48 horas, todavía está en plena investigación. Hay que mirar, ver que resuelve el juez que está actuando y, por supuesto, si corresponde se tomarán las medidas, como se ha hecho siempre.

– ¿Considera que hay que investigar?

– El doctor Flores, si así lo ha expresado, sabrá cómo va a seguir actuando y nosotros veremos. Hay que ser muy prudentes. De ninguna manera estoy diciendo que no se va a hacer. Lo que estoy diciendo es que hay que ver los tiempos y los momentos. Lo que no podemos permitir, ni en este ni en ningún caso, es que una actuación apresurada de uno u otro lugar termine entorpeciendo.

– A Flores ya lo sancionaron por irregularidades, ¿la repetición de errores lleva a una causal de destitución?

– En mi condición de ministra de la Corte no me corresponde opinar o valorar al respecto. La Corte tiene en sus manos la herramienta del régimen disciplinaria como una cuestión de poder cuidar lo que tenemos bajo custodia, que es la administración de Justicia. Cuando en los casos particulares, analizados, estudiados y probados hay alguna actitud de un empleado, funcionario y magistrado que ha entorpecido esa administración y ese servicio de Justicia, la Corte ha actuado y ha colocado algunas sanciones. No somos sancionadores compulsivos de jueces, pero no dejamos pasar hechos que merecen alguna sanción. Lo que la sociedad espera no es que le estemos pegando a los jueces, sino que el servicio de Justicia funcione y ahí es a donde vamos.

– ¿Cree que esta actitud de control de la Corte ha generado cierto malestar hacia el interior del Poder Judicial?

– No creo, no tiene por qué haberlo. Es cierto que tal vez hay un mayor control, pero que viene también acompañado de un dinamismo.

– ¿Le preocupa cómo vienen actuando los jueces de Menores, teniendo en cuenta que los han sancionado de manera conjunta y en forma individual?

– No. Las sanciones tienen que ver porque, en un determinado momento, se vio que era necesario un llamado de atención y una cuestión de avanzar en dos o tres cosas. No es que me preocupe el actuar de los jueces, lo que me preocupa es si estamos cumpliendo con el servicio de Justicia.

– ¿Está previsto el ingreso de más personal antes de fin de año?

– Seguramente va a haber un pequeño ingreso. Para poder establecerlo hay que ver cuáles son las vacantes existentes.

– Una de las críticas que tuvo la anterior gestión de la Corte fue el ingreso de familiares, ¿eso ya no se da?

– Durante mucho tiempo no hubo ningún parámetro objetivo para el ingreso. Nadie sabía cuáles eran los parámetros, ni los requisitos ni nada para poder ingresar. Desde hace un par de años se establecieron algunos criterios de objetividad. De ninguna manera vamos a pensar que el modo de ingreso actual del Poder Judicial sea perfecto y no tenga errores. No. Todo lo que hacemos los seres humanos es perfectible. De tantos que se inscribieron, era tan difícil el examen que sólo aprobó un grupo. De esa prueba aprobaron 540 personas aproximadamente, esa es la base de objetividad. Sobre esa base están los parámetros de discrecionalidad específicamente respecto a quiénes sí y quiénes no. La primera base está en que todos están en pie de igualdad a partir de que todos ingresaron a través de ese concurso.

"La Oficina de la Mujer ha capacitado a más de 1.100 miembros del Poder Judicial".

– Si ingresaron familiares es porque pasaron estas pruebas…

– Pueden ser familiares, no familiares, amigo o enemigo. Los 540 están en esta base de pie de igualdad y este concurso dura tres años, es decir, no es que lo renovamos a ver si aprueban el próximo concurso más conocidos que desconocidos.

– ¿Por qué se está demorando la aplicación del sistema acusatorio?

– El sistema acusatorio tiene varias patas, una de ellas es la norma. Tenemos el Código Procesal Penal, pero la ley de aplicación está pronta a presentarse en la Cámara de Diputados. Esta implica no sólo algunas cuestiones funcionales, sino también es necesario mirar la infraestructura porque uno puede decir que mañana sale el acusatorio y dentro de una semana explota porque no teníamos la infraestructura, los lugares y los modos de llevarlo a cabo.

– ¿Su puesta en marcha queda para el año que viene?

– Si todo va bien, estimo que este año vamos a estar con la ley de puesta en vigencia. Fin de este año, principios del año que viene, a más tardar, estimo ya podríamos estar aplicándolo.

-¿Para usted no es prioritario el juicio por jurado?

– El juicio por jurado requiere, sobre todo, un proceso social para poder llevarlo a cabo. Requiere tiempos para que también todos entendamos qué implica, para que cada uno pueda ver qué es lo que se pone en juego

"Lo que nos da credibilidad es la apertura en todos los sentidos y la actividad cotidiana".

– Al llegar a la Corte, ¿encontró algún tipo de resistencia desde sus pares o magistrados inferiores por ser mujer?

– No. Lo que ha ocurrido es que hay otra mirada y miradas de otro lugar. Desde la Oficina de la Mujer encontramos un lugar y un foco a partir del cual colocar estas miradas para ir, de a poco, trabajando en naturalizar esto de la perspectiva.

– ¿Qué impronta le va a dar a la Corte cuando el año que viene le toque ser presidente?

– La mirada que quiero darle a la Corte y al Poder Judicial es que la Justicia se haga realidad para, por ejemplo, aquel que no puede venir. Nosotros tenemos que tratar de ir y el programa de Justicia Rural se refiere a eso. La impronta es poder hacer un verdadero acceso a Justicia, que tiene que ver con darles el servicio de Justicia a todos, especialmente a los más vulnerables: a las mujeres, niños, ancianos y personas privadas de libertad. Cada uno desde sus espacios. Por eso, también trabajamos en el Plan Espartanos, estamos dentro del Foro de Género e Inclusión de la Conferencia Episcopal Argentina y estamos trabajando en el tema de erradicación de violencia contra la mujer.