
– ¿Qué resumen hace de la elección nacional?
– Primero, siempre que el país se pueda expresar y pueda en libertad llevar el voto me parece que es una jornada histórica y hay que resaltarla. Las democracias en el mundo se fortalecen a través de la expresión popular, del voto popular. Me pareció más que razonable, casi para aplaudir, que esta mañana ambos, tanto el Presidente en ejercicio como el Presidente electo, generen esa foto cordial. Hubo una contienda electoral, sí, se discutieron modelos y proyectos, sí. Creo que había un modelo de especulación y obviamente la gente optó por un modelo de producción, que es lo que ha expresado Alberto Fernández. Hay que llevarlo a la práctica a todo esto, pero es lo que ha expresado y yo adhiero a eso.
-¿Qué le parecieron el discurso de Kicillof y de Cristina?
-Yo creo que por ahí las rispideces y la intensidad de la campaña puede ser que el discurso tenga un poco más de vehemencia, pero me parece que pueden ser roles que también están perfectamente delimitados.
-¿No le parece que suena a pensamientos distintos? Cristina piensa y actúa de una forma y Fernández de otra.
-No. Me parece que ellos deben tener una conversación permanente y voy a un ejemplo personal: Roberto Gattoni y yo pensamos de manera muy parecida, podemos tener distintos puntos de vista, pero el fondo de la cuestión es igual, tanto en quien habla como en él. Ahora, puede ser que cada vez que ha habido que discutir algo él haya tenido una posición más de reclamo y quien habla haya tenido una posición más conciliadora.
-¿Cree que es posible que el macrismo se convierta en una oposición responsable como ellos lo anunciaron tras la elección del domingo pasado?
-Es muy sano para la democracia que haya una oposición, que sea responsable por supuesto, pero que sea oposición al fin. Ningún cheque en blanco es bueno para quienes gobernamos, me parece que sería muy útil para nuestra sociedad que haya un oficialismo, que va a ser encabezado por Alberto Fernández, y que haya una oposición, que ellos deberán discutir quien tiene el verdadero rol de oposición porque en realidad es un frente en donde está el PRO como partido más ligado a la Capital Federal y está también el radicalismo, que también ha tenido algunas diferentes opiniones respecto del curso del gobierno nacional.
-Es interesante saber qué va a hacer el radicalismo, si se cae de esa coalición, la coalición queda muy endeble más allá que el macrismo ha conservado Capital Federal. ¿Qué cree que vaya a pasar?
-Yo entendería que ellos van a tratar de mantener la coalición porque sino, las tres gobernaciones que tiene el radicalismo (Corrientes, Mendoza y Jujuy), en el caso de fraccionarse, sería lo más conveniente para el oficialismo a partir del 10 de diciembre, el oficialismo de Alberto.
-Kicillof, Fernández y Cristina dijeron que el país está devastado, ¿no es un poco abrir el paraguas de la expectativa que se generó en la campaña y los reclamos que pueden haber inmediatamente asumido Fernández?
-No sé si la palabra sea devastado, pero el país está complicado.
-Es la palabra que usó Kicillof…
-Bueno está bien, yo uso una propia. El país está complicado, desde lo económico y desde lo social, si no fuese así evidentemente hubiesen acompañado la mayoría de los votantes al frente de Juntos por el Cambio. Yo no creo que sea abrir el paraguas. Se ha venido diciendo que el país tenía un rumbo que no era el que correspondía, un rumbo en donde, por decir algunas variables, un dólar al precio que está, una tasa a los niveles que están para el endeudamiento privado, los niveles de desocupación y de pobreza, hacían pensar que era un modelo que empezaba a hacer ruido y la gente lo hizo saber en las urnas.
