El legislador porteño del PRO Gerardo Ingaramo murió ayer, a los 45 años, en la ciudad de Buenos Aires como consecuencia de una descompensación cardíaca sufrida tras padecer cáncer de pulmón, informaron fuentes políticas. Ingaramo, que presidía la Comisión de Justicia de la Legislatura de la Ciudad, falleció a las 3 y, tras un breve velatorio, fue sepultado en el cementerio Memorial, ubicado en el partido bonaerense de Pilar.

Conocida la noticia de la muerte, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, expresó su "dolor y condolencias a la familia" del diputado, a quien consideró una persona "querida" y cuya pérdida le provocó "una profunda tristeza". Macri dijo que Ingaramo fue "un pilar del pensamiento de PRO", y que "día a día luchó desde su banca para hacer de la Ciudad de Buenos Aires un lugar mejor para la vida de los porteños".

La Legislatura, en tanto, expresó su "profundo pesar" en un comunicado firmado por el vicepresidente primero del cuerpo, el macrista Oscar Moscariello. La diputada porteña del PRO Paula Bertol, por su parte, manifestó en su cuenta de Twitter su "tristeza" por el deceso de Ingaramo, a quien calificó como un hombre "decente, sonriente y educado como pocos".

Desde la oposición política, los diputados integrantes del bloque Coalición Cívica afirmaron que Ingaramo era "un compañero honesto en sus acciones y leal a sus ideas". "Sentimos enormemente la pérdida de un hombre reconocido por todos por su calidad humana, su dedicación, responsabilidad y preparación", resaltó el legislador Fernando Sánchez.

Ingaramo, entre otras iniciativas, fue coautor del proyecto de ley contra los denominados "motochorros", sancionado por la Legislatura porteña. Además, en el último tiempo promovió junto al rabino Sergio Bergman una consulta popular para ampliar esa legislación en materia de seguridad.