En una jugada política que cosechó muchas críticas por parte de la oposición, el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, convocó a elecciones para la Legislatura porteña para el 28 de junio, desdobladas de las elecciones nacionales. También exhortó a los diputados del PRO a que "extremen los tiempos" para lograr la aprobación de una ley que instituya el sistema de boleta única.

De esta forma, Macri, optó por satisfacer las demandas de casi la totalidad de su gabinete y de la vicejefe Gabriela Michetti, que reclamaban la separación de los comicios locales e intentó así evitar el debate nacional en octubre.

El anuncio lo realizó un día después de una tensa reunión con sus aliados, los diputados justicialistas anti K Francisco De Narváez y Felipe Solá, a quienes los anotició sobre esa decisión y les ordenó que guardarán silencio hasta hacer el anuncio.

El jefe de Gobierno echó por tierra con los pedidos que le realizaban los aliados peronistas para que unifique las elecciones y para que Michetti sea candidata a diputada nacional y no a legisladora local.

El reclamo de unificación también provenía de los diputados nacionales y algunos partidos aliados, que argumentaban acerca de la necesidad de realizar los dos comicios juntos para, de esa manera, proyectar a Macri para 2011.

"Creemos que es la mejor manera de defender y reforzar la autonomía de la Ciudad", argumentó Macri al presentar el calendario electoral para elegir legisladores porteños, separado de la elección de octubre, en que se elegirán diputados nacionales.

Consultado sobre la posible candidatura de la vicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti, Macri se limitó a responder: "no le hemos definido. Estoy aquí como jefe de Gobierno".

Luego de conocerse esa decisión, la oposición criticó con severidad el desdoblamiento de las elecciones por considerarlo una duplicación del gasto, sobre todo en momentos en que el gobierno porteño rechaza un aumento a los docentes.

Kirchneristas, lopezmurphistas, y lesisladores de la Coalición Cívica coincidieron en que el desdoblamiento electoral implicará "un desgaste para la ciudadanía" y que la elección en la Ciudad "será muy costosa".