Pese a que durante cinco años tiró unas 40 millones de toneladas de escombros en suelo calingastino, la minera chilena Los Pelambres deberá conseguir una serie de permisos argentinos para ingresar, ahora, de manera legal y retirarlas. Para llevar a cabo la remoción, la empresa ya mostró un bosquejo de los enormes camiones que utilizará dentro de un plazo en el que la provincia puja que sea menos del que han planteado. También ya tiene delineadas las obras preventivas que hará, a las que el Ministerio de Minería le ha hecho correcciones. Todos esos puntos trascendieron luego de la audiencia que había ordenado el juez federal Leopoldo Rago Gallo, quien tendrá la palabra final sobre cuándo, cómo y en qué tiempo se desarrollará el proceso de extracción. La empresa debe presentar el plan definitivo el 8 de noviembre.
El magistrado lleva la causa penal contra exgerentes de Los Pelambres (Ignacio Cruz Zabala, Alberto Cerda Mery y Robert Mayne-Nicholls) y el CEO de Antofagasta Minerals (Francisco Veloso), grupo que controla a esa compañía, por usurpación de suelo y agua y contaminación. Así, ordenó la remoción de la montaña de rocas para hacer cesar los delitos y para prevenir y evitar daños en el ambiente.
Frente a esa decisión, los directivos de la minera avanzaron en un plan preliminar que presentaron al Gobierno chileno y este, al argentino, en el marco de las tratativas entre ambas cancillerías. En ese bosquejo, según trascendió, plantearon que harán el retiro con una flota de 10 camiones de 240 toneladas, que podrían ser reforzados con cinco más. De esa manera, calculan que los trabajos demandarán entre seis y ocho años. En cambio, en el Ministerio de Minería, que conduce Alberto Hensel, han señalado que efectuaron un análisis sobre la base de la información brindada por Los Pelambres y los técnicos han concluido que es factible retirar la escombrera en cinco años. Patricio Enei, vicepresidente Legal de la minera, había manifestado tras la reunión que iban a hacer los esfuerzos para ajustarse a los requerimientos locales.
En ese sentido, los directivos de la compañía informaron tras la audiencia del jueves que cuando armaron la escombrera en suelo argentino, implicó un desplazamiento mucho más cerca de la mina que tienen en Chile. "Hoy día hay que remover las rocas a un sector bastante más lejano. El lugar está definido, a 11 o 19 kilómetros", había dicho Enei.
Para hacer el depósito en territorio chileno, necesitarán autorización del vecino país para hacer la escombrera.
Pero también deben contar con los permisos argentinos para iniciar los trabajos de remoción y de actividad en la cordillera sanjuanina (ver infografía). La empresa había accedido a retirar más de 500 neumáticos de las gigantescas movilidades mineras que había dejado en la escombrera. Para llevar a cabo tal maniobra, se necesitaron ocho meses para obtener todas las autorizaciones. Por eso, las autoridades provinciales reconocieron la demora, por lo que apuntan a que una orden del juez Rago Gallo acelere los plazos, ya que la idea es que las tareas comiencen en diciembre.
Según trascendió, Los Pelambres también había propuesto obras preventivas como la construcción, en dos etapas, de un sistema de tratamiento pasivo de las aguas que provienen de la escombrera. La primera fase consiste en la construcción de un canal de drenaje abierto, impermeable, relleno con piedra caliza óxica (OLD) de unos 250 metros de longitud. La segunda prevé un canal cerrado relleno con piedra caliza anóxica (ALD), de unos 130 metros de longitud. Sobre el primer canal, Minería propone la instalación de una pileta de decantación para que las aguas ingresen con la menor cantidad de sedimentos. Y además señaló que es mejor extender su longitud y aumentar su sección, antes de construir un canal cerrado como el segundo.
Invasión
1,5 Es la cantidad de kilómetros que se ha internado la escombrera en territorio sanjuanino. En ese espacio hay unas 40 millones de toneladas de escombros.