Que los policías no porten ni usen armas de fuego cuando actúen en el control de una protesta social y que se agoten todas las instancias de diálogo, como principal elemento de persuasión. Esos son los puntos centrales de un protocolo que el gobierno nacional y las provincias acordaron impulsar para que las fuerzas de seguridad aborden las manifestaciones populares. El objetivo es evitar violentas represiones y resguardar los derechos de los manifestantes y de terceros.
El protocolo fue presentado ayer por la ministra Nilda Garré en la reunión del Consejo de Seguridad Interior, en la que participaron el ministro de Gobierno, Emilio Fernández, y el jefe de Policía, Miguel González, junto a sus pares de todo el país. La idea es fijar parámetros comunes para la actuación frente a las protestas sociales.
Fernández calificó de "muy interesante" el encuentro con Garré. Además, dijo que los términos del protocolo los analizarán en el seno del Ejecutivo y con las autoridades judiciales.
Como ejes centrales, el protocolo prohíbe que la Policía use armas de fuego en protestas, establece que el operativo tenga una conducción política y que el diálogo será el instrumento fundamental de resolución del conflicto. Los puntos del diseño kirchnerista son:
– Garantías: proteger a los participantes y reducir afectaciones en derechos de otras personas y bienes públicos.
– Circulación: garantizar el control del tránsito para evitar hechos de violencia.
– Diálogo: intervención policial progresiva, comenzando por el diálogo.
– Roles: la negociación con los manifestantes no podrá estar en manos de quien conduzca el operativo policial.
– Responsable: cuando se prevean riesgos potenciales, el Ejecutivo deberá designar un funcionario para coordinar acciones y hacer cumplir las normas.
– Excluidos: no podrán participar policías investigados por uso excesivo de la fuerza.
– Sin armas: se prohíbe usar armas de fuego o disponer de municiones de poder letal.
– Defensa: las balas de goma se usarán con fines defensivos y no para dispersar.
– Antitumulto: los agresivos químicos se usarán en última instancia.
– Identificados: los policías deberán portar identificación en los uniformes.
-Registro: el personal será individualizado y se registrarán armas, municiones, vehículos, equipos y celulares.
– Tareas: la responsabilidad operativa y la de control recaerá en funcionarios policiales diferentes.
– Comunicación: las comunicaciones policiales serán registradas.
– Protección: se usarán vallas entre manifestantes y policías.
– Distancia: la Policía Montada, canes e infantería se mantendrán a una distancia prudente.
– Movilidades: no podrán actuar móviles sin identificación.
– Más débiles: respeto por personas que requieran protección especial de sus derechos, como niños, jóvenes, mujeres, ancianos, pueblos originarios y personas con capacidades diferentes.
– Prensa: los policías deben garantizar la actividad periodística.

