El secretario de Comercio, Guillermo Moreno, continuó ayer en el centro de las críticas y de la escena político-judicial al quedar imputado por los delitos de lesiones y daños contra un militante del PRO el sábado en el barrio de Núñez y de una embestida opositora para que sea alejado de su cargo.
Para avanzar en la causa, la Justicia ordenó ayer una serie de medidas, entre ellas la búsqueda de los videos de las cámaras de seguridad de la zona, para determinar cómo se produjo el incidente en el que un grupo de personas sin identificar habría agredido a Mario Urcelay, colaborador de Jorge Macri, que aspira a la Intendencia de Vicente López.
Urcelay acusó a Moreno de haberlo tomado del cuello y exigirle que se marchara del lugar, luego de que otros desconocidos lo agredieran y patearan la camioneta en la llevaba boletas de Jorge Macri a militantes de su partido en la zona. En tanto, el candidato presidencial de Udeso, Ricardo Alfonsín, calificó a Moreno como ‘violento‘ y de ‘casi fascista‘ y volvió a reclamar a la presidenta Cristina Fernández que eche al funcionario y hasta presentó un proyecto en Diputados para la remoción de Moreno. Pese a las críticas Cristina Fernández defendió ayer a Moreno durante el almuerzo en Coniagro. Allí expresó que Moreno “en su rol de secretario de Estado, merece todo su apoyo y respeto”.
