Los trámites para obtener los 180 pesos de la Asignación Universal por Hijo siguen ocasionando problemas. Primero el caos se originó en el edificio de la Anses, luego se trasladó al Registro Civil y esta vez el conflicto llegó al Teatro Sarmiento. Allí hay dos bandos molestos: por un lado, la gente que hace cola sigue quejándose por la larga espera y, por otro lado, desde la escuela Superior Sarmiento denuncian que esa gente impide la entrada normal de los alumnos a clases porque tapan toda la entrada por avenida Libertador, y además dicen que ensucian y quieren entrar a los baños de los chicos.
Según las autoridades de la escuela, la gente que espera ser atendida en el teatro pide pasar a los baños de los alumnos y ya han tenido algunos inconvenientes cuando el guardia o los docentes les impiden entrar al edificio escolar. "Lo que pasa es que tenemos una matrícula de 900 alumnos y no podemos dejar pasar a desconocidos. Es una cuestión de seguridad y también de higiene", dijo una de las docentes.
La cola comienza en la puerta del teatro por avenida Alem y se dirige hacia Libertador y allí dobla hacia el Este. Según las docentes del establecimiento, todas las mañanas (desde el lunes pasado) la policía ha tenido que hacer un corte en la fila que va por Libertador y que atraviesa la puerta de la escuela para que los chicos puedan entrar sin problemas.
Incluso sostuvieron que ayer hubo un conflicto entre la gente de la fila y los porteros porque, según dijeron estos últimos, no pudieron limpiar la suciedad que esas personas dejaron en la vereda porque no se quisieron correr. Por eso, lo que solicitaban desde la escuela era que las colas se hicieran hacia el Norte (hacia calle San Luis) y no hacia el Sur como lo hacen hasta ahora.
Por su parte, en el otro sector involucrado estaban las personas que aguardaban ser atendidas en el teatro. Ayer, a eso de las 10 de la mañana, las personas estaban agotadas por haber tenido que acampar en el lugar durante toda la noche o haber ido en la madrugada para asegurarse un puesto en la fila.
La mayoría eran mujeres con niños en brazos o embarazadas y se quejaban por la cantidad de horas que habían tenido que esperar. Ayer, algunas entraban a la escuela por el patio que da a avenida Alem para llenar o lavar con el agua de los surtidores las mamaderas o cambiar en un rincón los pañales de sus niños. "Supuestamente acá, en el teatro, iban a atendernos mejor que en la Anses porque hay más sillas y baños pero, al final, lo mismo hay colas largas y estamos incómodos", dijo una de las señoras.
